Avispas en la piscina: el truco definitivo para mantenerlas alejadas este verano
Un método sencillo que imita sus nidos consigue ahuyentarlas sin productos químicos, junto a otras estrategias eficaces para disfrutar del agua sin estas visitas indeseadas
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El verano de 2025 está siendo especialmente caluroso en toda España, convirtiendo las piscinas en el refugio predilecto para millones de familias. Sin embargo, las avispas se han convertido en visitantes habituales de estos espacios, generando incomodidad y, en muchos casos, picaduras dolorosas. Según los expertos en control de plagas, existe un método sorprendentemente sencillo y eficaz para mantener a estos insectos alejados sin necesidad de recurrir a productos químicos agresivos, permitiendo así disfrutar plenamente de los chapuzones veraniegos.
Las altas temperaturas que se están registrando este verano han incrementado la presencia de avispas en zonas recreativas, especialmente en piscinas públicas y privadas. Estos insectos, además de resultar molestos, pueden provocar picaduras dolorosas y potencialmente peligrosas para personas alérgicas. El truco principal recomendado por los profesionales consiste en la colocación estratégica de una bolsa de papel marrón arrugada cerca de la zona de baño, simulando un nido de avispas. La naturaleza territorial de estos insectos hace que eviten áreas donde perciben la presencia de otras colonias, convirtiendo este método en una solución efectiva, económica y respetuosa con el medio ambiente.
El método infalible que está funcionando en las piscinas españolas
El truco estrella que está ganando popularidad en España durante este verano de 2025 es sorprendentemente simple. Basta con utilizar una bolsa de papel marrón que, una vez arrugada y colgada estratégicamente cerca de la piscina o en el porche, crea la ilusión de un nido de avispas ya establecido. Este método aprovecha el comportamiento territorial de estos insectos, que evitan instintivamente instalarse en zonas donde ya existe una colonia. Los especialistas en control de plagas confirman que esta técnica reduce significativamente la presencia de avispas sin utilizar productos químicos que puedan resultar nocivos para el medio ambiente o para los bañistas.
Complementariamente, otro método que está demostrando gran eficacia es la trampa casera elaborada con una botella de plástico. La mezcla de cerveza, azúcar y agua atrae irresistiblemente a las avispas, que logran entrar en el recipiente pero no encuentran la salida. Estas trampas, que pueden prepararse en apenas cinco minutos, mantienen su efectividad durante varios días y, si se colocan a una distancia prudencial de la zona de baño, consiguen reducir notablemente la presencia de estos insectos desde el primer momento de su instalación.
La instalación de cloradores salinos también se ha convertido en una inversión cada vez más común en las piscinas españolas. Las piscinas tratadas con sal no emiten el característico olor del cloro, uno de los principales atractivos para las avispas. Aunque supone un desembolso inicial mayor, los usuarios reportan una mejora sustancial tanto en la experiencia de baño como en el mantenimiento general del agua, añadiendo la ventaja adicional de reducir la presencia de estos molestos insectos.
Medidas preventivas complementarias recomendadas por expertos
Los entomólogos y especialistas en control de plagas recomiendan una serie de medidas adicionales que complementan perfectamente las técnicas anteriores. Evitar el uso de perfumes intensos y colonias durante las jornadas de piscina es fundamental, ya que estos aromas pueden resultar atractivos para las avispas. Igualmente importante es la elección del bañador, desaconsejándose los colores vivos y llamativos, especialmente el amarillo, que las avispas asocian con flores y, por tanto, con posibles fuentes de alimento.
La jardinería estratégica también juega un papel importante en la prevención. Plantas como la lavanda, la menta o la albahaca actúan como repelentes naturales gracias a sus aceites esenciales. Ubicar estas especies vegetales en los alrededores de la piscina no solo aporta un agradable aroma al espacio, sino que contribuye eficazmente a mantener alejadas a las avispas durante las jornadas de baño estivales.
Por qué las avispas se sienten atraídas por las piscinas
Comprender el comportamiento de estos insectos es fundamental para combatir eficazmente su presencia. Las avispas se acercan a las piscinas buscando principalmente tres elementos esenciales para su supervivencia: agua, alimento y posibles lugares para establecer refugios. La superficie de una piscina representa una abundante fuente de agua, no solo para beber sino también para la construcción de sus nidos, que elaboran mezclando agua con fibras vegetales para crear una especie de papel natural.
Paradójicamente, algunos de los productos químicos utilizados habitualmente en el tratamiento del agua, como el cloro, emiten olores que resultan atractivos para ciertos insectos, entre ellos las avispas. Sin embargo, el principal factor de atracción lo constituyen los restos de comida y bebida que habitualmente se consumen en los alrededores de las piscinas: zumos, refrescos azucarados, frutas, helados y otros alimentos dulces actúan como potentes imanes para estos himenópteros.
Adicionalmente, el entorno típico de muchas piscinas, frecuentemente ajardinado con césped, flores y arbustos, proporciona un hábitat ideal que refuerza la atracción de estos insectos hacia estas áreas recreativas, complicando aún más su control durante los meses estivales.
Actuación correcta ante una picadura de avispa
Pese a todas las medidas preventivas, las picaduras pueden producirse ocasionalmente. En estos casos, mantener la calma es el primer paso crucial para una correcta actuación. Lo prioritario es lavar inmediatamente la zona afectada con agua y jabón neutro, eliminando así posibles restos de veneno que puedan intensificar la reacción.
Tras la limpieza, aplicar frío local mediante hielo envuelto en un paño fino durante períodos de 10 a 15 minutos ayuda a reducir la inflamación y alivia el dolor de manera efectiva. Es fundamental realizar un seguimiento de la evolución de la picadura durante las horas posteriores: si la zona presenta un enrojecimiento excesivo, la hinchazón aumenta de manera anormal o aparecen síntomas como dificultad respiratoria, mareo o malestar general, debe buscarse atención médica urgente, ya que podrían ser indicativos de una reacción alérgica grave.
Las personas con hipersensibilidad conocida a las picaduras de himenópteros deben extremar las precauciones y llevar siempre consigo la medicación prescrita por su especialista, típicamente un auto-inyector de adrenalina, que puede resultar vital en caso de reacción anafiláctica. Asimismo, es importante recordar que, si el aguijón queda insertado en la piel (algo más frecuente en picaduras de abeja que de avispa), nunca debe extraerse presionando con los dedos, sino utilizando preferentemente el borde de una tarjeta para raspar suavemente y evitar así la inyección adicional de veneno.
¿Qué tipo de avispas son más comunes en las piscinas españolas?
En el territorio español, las especies más habitualmente encontradas en entornos de piscinas son la avispa común (Vespula vulgaris) y la avispa germánica (Vespula germanica). Estas especies presentan un característico patrón amarillo y negro y son especialmente activas durante los meses más cálidos del año. En algunas regiones mediterráneas también puede detectarse la presencia de la avispa oriental (Vespa orientalis), reconocible por su coloración rojiza, mientras que en los últimos años se ha extendido preocupantemente la avispa asiática (Vespa velutina), una especie invasora de mayor tamaño y potencialmente más agresiva.
Los especialistas advierten que, independientemente de la especie, todas ellas pueden verse atraídas por los mismos factores y responden generalmente a las mismas estrategias de prevención y control. No obstante, en caso de detectar nidos de considerable tamaño o una presencia masiva de ejemplares, especialmente si se sospecha que pueda tratarse de avispas asiáticas, se recomienda contactar con profesionales especializados en control de plagas, evitando siempre aproximarse o intentar eliminar los nidos por cuenta propia.
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