Después de que los Mossos d’Esquadra detuvieran a dos de los menores que presuntamente violaron a una menor de 11 años el pasado mes de noviembre en Badalona e identificaran a otros tres, que son inimputables, la familia de la víctima ha informado que están recibiendo amenazas de muerte si siguen adelante con la denuncia. Quien las ha recibido ha sido, concretamente, el hermano mayor de la pequeña, de solo 14 años de edad.

Los Mossos d'Esquadra están investigando ahora dichas amenazas, ya que fue él quién descubrió que a su hermana la habían agredido sexualmente después de ver un vídeo que habían grabado los presuntos agresores.

El alcalde de la localidad, Rubén Guijarro, ha explicado también en Rac1 que el joven debe ir escoltado por la policía catalana a su instituto debido a los mensajes que le han enviado por teléfono.

La denuncia de estas amenazas la hizo la familia de la niña, que tenía 11 años en el momento de la agresión sexual. La hermana mayor de la familia explicó en TV3 que su hermano había recibido mensajes a través de la aplicación WhatsApp por parte de un desconocido que le reprocha que por su culpa uno de los presuntos agresores esté encerrado en un centro de menores.

“Admite que no se conocen pero que le da pena y que por este motivo le matará”, contaba la hermana. “Sabe dónde está su escuela y le dice que en la salida recibirá dos puñaladas”.

La chica ha señalado que el hermano les contó a los demás miembros de la familia lo del vídeo después de que en la escuela algunos compañeros le hubieran alertado sobre ello, burlándose de él. De hecho ha señalado que uno de los presuntos agresores llegó a presumir de lo que había hecho.

Actualmente, los Mossos continua investigando los hechos y trata de averiguar quién es el sexto responsable de la agresión al que no han localizado aún. De los cinco presuntos agresores identificados por la víctima, a tres no se les puede imputar delito alguno por ser menores de 14 años.

De los otros dos, uno de ellos está ingresado en un centro de menores de régimen cerrado ya que se considera que es el que tiene más responsabilidad en los hechos, y el otro se encuentra en libertad vigilada.

Según ha trascendido, todos los miembros de la familia están recibiendo asistencia psicológica y policial y no descartan mudarse tras lo ocurrido.