Desde las autoridades autonómicas se ha comenzado a alertar al personal sanitario de la existencia de una nueva estafa telefónica en la que los delincuentes se hacen pasar por el Ministerio de Sanidad y, usando la cuarta dosis de la vacuna de la COVID-19 como señuelo, intentan engañar a los usuarios para poder hacerse con el control de su información sensible.

Según se informa, los criminales se ponen en contacto con sus víctimas mediante una llamada telefónica. En esta conversación aseguran ser trabajadores del Ministerio de Sanidad, que se ponen en contacto por cuestiones relacionadas con la cuarta dosis de la vacuna. Para favorecer que no se sospeche de ellos, proporcionan una serie de datos que están en su poder, como el caso del nombre, dirección, número de teléfono y correo electrónico de la persona a la que intentan engañar.

Una vez logran conseguir disipar las dudas sobre su (falsa) identidad y convencer a la víctima, los delincuentes proporcionan una serie de indicaciones. Estas terminan con la llegada de un código a través de un SMS, que de entregárselo, hará que los ladrones obtengan control sobre el dispositivo móvil de la víctima, lo que implica también un potencial acceso a información sensible, como contraseñas de aplicaciones y páginas web, más información personal y datos bancarios.

Aún no existe una fecha oficial para la cuarta dosis de la vacuna

Estos ladrones aprovechan la confirmación de que habrá cuarta dosis de la vacuna para poner en marcha su estrategia. Por ello, quienes reciban una llamada de estas características deberán recordar que, en el momento de publicación de este artículo, está aprobada especialmente para la población que supera los 60 años y población de riesgo, pero que todavía no se conoce cuándo se comenzará a inocular, aunque se espera que sea este otoño.

No es tampoco la primera estafa relacionada con el COVID-19, puesto que desde el inicio de la pandemia, se han ido sucediendo diversos intentos de aprovecharse de la buena fe o desconocimiento de las víctimas para obtener datos, rédito económico o influencia social a su costa. Por ello, es fundamental mantenerse informado a través de vías oficiales, para poder desconfiar de mensajes que puedan suponer un riesgo. Y, de recibir esta llamada, la recomendación es cortar la comunicación inmediatamente.