Los cuerpos de las españolas fallecidas en el 'Love Parade' serán repatriados el miércoles
Las familias de las víctimas exigen respeto y han pedido a la Embajada española en Berlín y al consulado en Düsseldorf que no facilite ningún tipo de dato sobre ellas.
Los cadáveres de Marta Acosta y Clara Zapater, las dos universitarias españolas que perdieron la vida el sábado en la estampida humana desencadenada en el Love Parade de Duisburgo, serán repatriados el miércoles desde Alemania, anunció este lunes Xavier Sabaté, delegado del gobierno regional catalán en Tarragona.
La muerte de las jóvenes tarraconenses, que fallecieron junto a otras 17 personas en el festival de música tecno, ha generado indignación en España, donde varias voces muestran cuanto menos incredulidad ante un accidente semejante en un país como Alemania.
"Es una mezcla de sensación de duelo por estas dos personas tan jóvenes que han muerto en estas trágicas circunstancias, pero sensación también de indignación y de rabia, de incomprensión ante un hecho como este", dijo Sabaté.
Mientras tanto, las familias de las víctimas exigen respeto y han pedido a la Embajada española en Berlín y al consulado en Düsseldorf que no facilite ningún tipo de datos. "Están tristísimas y nos han pedido que no demos ninguna información", dijo a dpa el cónsul en Düsseldorf, Pedro Viturro de la Torre. "Las familias van antes que la prensa". A los padres de las jóvenes, que acababan de terminar un intercambio de dos semestres con una beca Erasmus en la Universidad de Münster, a unos 80 kilómetros de Duisburgo, les duele mucho ver las fotos de sus hijas en la prensa, insistió.
La Universidad de la ciudad de Münster, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, precisó que las jóvenes de 22 años habían partido el sábado hacia Duisburgo con un grupo de 30 personas.
Clara Zapater, estudiante de Psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), y Marta Acosta, de Filología Inglesa en la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, tenían previsto regresar a España esta misma semana.
La URV, donde las banderas ondeaban a media asta, decretó dos días de duelo por la muerte de las jóvenes. Aunque Zapater estudiaba en Barcelona, mantenía vínculos con la universidad tarraconense, donde su padre había sido defensor del estudiante.
Por su parte, la Universidad de Münster anunció que organizará esta semana una misa ecuménica en su recuerdo, aunque prefirió no facilitar a la prensa el día exacto. La institución educativa reiteró "que hará todo lo que esté en sus manos" para ayudar psicológicamente a todo el que lo necesite: estudiantes, compañeros y amigos de las jóvenes y personas que asistieron al Love Parade, que pretendía ser un "festival del amor" y acabó sólo en un trágedia.
"Nos centraremos en las labores de apoyo", dijo a dpa el portavoz de prensa, Norbert Robers, añadiendo que la universidad pondrá una esquela en la prensa alemana.
Norbers aseguró que el centro educativo quiere contactar con los padres de las dos víctimas españolas, que ya se encuentran en Alemania, pues según dijo, es probable que además de a Duisburgo, viajen a Münster para recoger las pertenencias de sus hijas.
En total, las víctimas mortales de la tragedia sucedida en el festival tecno, - todas entre 20 y 40 años de edad-, ascienden a 19. Once de ellos son alemanas, una italiana y también hay ciudadanos de China, Australia, Holanda y Bosnia, según informó Detlef von Schmeling, el director de la comisión policial a cargo de las investigaciones junto a la fiscalía local. A ellas se suman más de 500 heridos.
La catástrofe ocurrió en la tarde del sábado en un descampado junto a una vieja estación de trenes de carga en desuso en el que se celebraba el festival. Cientos de miles de asistentes a la fiesta tecno de culto en Alemania sólo podían acceder al recinto atravesando un estrecho túnel, que quedó completamente abarrotado de gente que intentaba entrar.
El pánico estalló cuando varios jóvenes cayeron varios metros desde una escalera de emergencia no habilitada hacia el interior del túnel sobre la masa desencadenando la avalancha humana.
Las autoridades alemanas ya han anunciado que llevarán a cabo una minuciosa investigación del accidente, mientras que los organizadores decidieron cerrar para siempre el festival, creado en Berlín en 1989, aunque sus últimas ediciones tuvieron lugar en diversas ciudades de la Cuenca del Ruhr, como Essen y Dortmund.
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