La seguridad de los ciclistas, un objetivo compartido que no aúna posturas
El casco es el mayor debate. Pero Tráfico recuerda que, además, existen otras medidas obligatorias, como portar luz delantera y reflectante trasero, que no todos los ciclistas cumplen.
Madrid/La siniestralidad de los ciclistas está aumentando a la par que el número de usuarios de bicicleta, por lo que tanto los colectivos que defienden este medio de transporte como la Dirección General de Tráfico (DGT) apuestan por una mayor seguridad, aunque no siempre se ponen de acuerdo en las medidas. La muerte de un ciclista en Madrid después de ser arrollado por un turismo que se dio a la fuga ha reavivado el debate en torno a la seguridad de las bicis, que ya se inició hace unos meses con la propuesta de la DGT de implantar el casco obligatorio en las ciudades.
No ha sido ése el único siniestro de este verano, una época más trágica para los ciclistas, que aprovechan la época estival para salir a la carretera. Según los datos de los Ciclistas Asociados Galegos, una de las asociaciones que más se preocupan por el recuento de las víctimas, ya son 40 los usuarios de la bicicleta fallecidos este año, tanto en vía urbana como en interurbana.
Por su parte, los datos facilitados por la DGT reflejan que en carretera habían muerto hasta el pasado miércoles 22 personas en accidente de bici, la mayoría atropelladas, mientras que en el mismo periodo del año pasado la cifra era de 28, siempre contabilizadas a 24 horas. Una reducción que si se mantiene supondría un cambio de tendencia en las cifras de la siniestralidad, toda vez que en 2011 perdieron la vida solo en las carreteras 37 ciclistas, en tanto que un año después fueron 47. Aunque el número de fallecidos es más alto en carretera que en ciudad por la tipología del accidente, es en las urbes donde se producen más siniestros de bicis, en concreto siete de cada diez.
A la espera del cierre definitivo de los datos, lo que Tráfico ha constatado es un incremento paulatino de la accidentalidad en el colectivo al mismo tiempo que crece el uso de un medio de transporte más barato y, por tanto, más "práctico" en tiempo de crisis. Y por ello la directora general de Tráfico, María Seguí, ha alertado en numerosas ocasiones de la mayor exposición al riesgo de un colectivo que no se pone de acuerdo a la hora de aceptar mayores medidas de seguridad, como el casco en ciudad.
Casco sí, casco no, es el mayor debate. Pero Tráfico recuerda que, además, existen otras medidas obligatorias, como portar luz delantera y reflectante trasero, que no todos los ciclistas cumplen. Mientras, algunos ayuntamientos han puesto pegas a la voluntad de la DGT de incrementar las medidas de seguridad, como el casco obligatorio, ya que cuentan con servicios de alquiler de bicicletas (que no incluye ese elemento) que les reporta importantes ingresos y que redunda en una mayor sostenibilidad ambiental. También ConBici, una de las asociaciones de ciclistas más importantes de España, se opone a esa obligación -todavía no decidida- y considera que la DGT y el Gobierno "deberían tomarse más en serio la protección" del colectivo.
Implantar la distancia de 1,5 metros en ciudad para los adelantamientos del resto de vehículos a las bicis y ampliar la red de carriles específicos para este tipo de transporte son algunas de las medidas que ConBici cree más necesarias que el casco, tal y como ha indicado un portavoz de la asociación. "Hace falta más protección jurídica para el ciclista", insiste esta organización, que no duda en mostrar su "gran preocupación" por los accidentes que se están produciendo y en percibir un mayor número de ciclistas en las vías debido, entre otros factores, a la crisis económica, ya que "la gente busca medios de transporte más baratos". Frente a otras opiniones, ConBici estima que "cuántas más bicis haya en la ciudad, más seguridad para el colectivo", puesto que el resto de usuarios de la vía estará más acostumbrado a ver ciclistas y, por tanto, a extremar la precaución.
Otra asociación, esta vez de automovilistas, el RACE, recuerda, en boca de su director de Seguridad Vial, Tomás Santa Cecilia, que, según una encuesta realizada a 4.000 ciclistas, el 72 por ciento de ellos consideran que los conductores no respetan la distancia de seguridad de 1,5 metros. "Queremos recordar a los conductores que la falta de auxilio u omisión de socorro a un ciclista está tipificado en el Código Penal y que puede suponer una pena de hasta cuatro años de prisión", añade Santa Cecilia después de reconocer que en muchas ocasiones los coches no respetan al ciclista.
Respecto a este asunto, el RACE aboga por una mayor concienciación de los conductores de los otros vehículos, pero a la vez advierte a los ciclistas que está prohibido circular en pelotón y que han de hacerlo en fila de dos y, si la peligrosidad aumenta, en "fila india". Gracias a sus ventajas -la facilidad de aparcamiento, la no utilización de gasolina y su correspondiente ahorro y la permisividad de las leyes de tráfico, según Santa Cecilia-, más de dos millones de personas utilizan la bicicleta de forma continua y deberían tener los mismos "derechos y obligaciones". Su seguridad depende de todos, pero también de ellos.
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