Las joyas de la costa andaluza

Con unos mil kilómetros de litoral y abrazada por el Atlántico y el Mediterráneo, la costa andaluza es todo un paraíso. Muestra de ello son sus arenales vírgenes, sus aguas cristalinas, sus grandiosos acantilados, sus marismas llenas de vida y un mundo submarino todavía poco conocido y que depara grandes sorpresas.

A estas alturas, nadie duda de que sus playas son un auténtico tesoro, que van desde aquellas perfectas para contemplar puestas de sol, pasando por las ideales para encontrar todo tipo de actividades, hasta las de arena blanca solitarias que parecen sacadas de una postal. Todas tienen en común su gran atractivo, de tal forma que muchas de ellas, año tras año, se colocan entre las mejores de España.

Entre todas, las calas son las joyas de la corona: pequeñas, íntimas, muchas de ellas salvajes, escondidas… Son rincones idílicos, lugares de gran belleza y donde no siempre se llega rápido y con facilidad. Sin embargo, su búsqueda, el camino hasta alcanzarlas y, finalmente, el hallazgo forman parte de una experiencia única.

Para sentirse sumido en ese auténtico edén que es el litoral andaluz, una excelente idea es recorrer algunas de sus numerosas calas, unas más conocidas, otras son secretos recónditos muy bien guardados, y cada una con sus peculiaridades y atractivos. Todas merecen una visita. Esta es una propuesta de cinco de estas joyas, pero hay muchas, muchas más.

Cala de Enmedio – Almería

Casi todo el espectacular litoral del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar está repleto de pequeñas y bellas calas. Una de las más impesionantes (si no la que más) es la Cala de Enmedio, situada cerca del pueblo de Agua Amarga. Para llegar a ella hay que dejar el coche en la Cala del Plomo o en el mismo pueblo e ir caminando. El recorrido merecerá la pena. De arena fina, destacan en este lugar las dunas fosilizadas que hay a ambos lados, formando lenguas de piedra que se adentran en el mar. Existen algunas pequeñas piscinas naturales formadas por la erosión durante miles de años.

Cala La Rijana – Granada

En el municipio granadino de Gualchos, se encuentra esta cala considerada una de las playas más bonitas de la Costa Tropical granadina. Se puede acceder a ella desde la carretera que une Almería y Málaga y se encuentra a tan solo 20 kilómetros de Motril. Cuenta con algo de dificultad para el acceso, lo que hace que sea un poco menos turística que el resto de la zona. Protegida por dos peñones, que hacen que apenas exista viento y marea alta, destaca por sus aguas cristalinas, su entorno íntimo, con un paisaje prácticamente virgen, que lo hace es perfecto para pasar una jornada de ensueño.

Cala El Cañuelo – Málaga

Situada en pleno paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, en Nerja, es la última playa del municipio malagueño, en el límite de la provincia entre Granada y Málaga. Con un acceso no demasiado sencillo, pero que le proporciona aún más encanto, parece una playa secreta dotada de un clima inmejorable y con baja ocupación. Sus aguas totalmente cristalinas permiten practicar snorkel o buceo sin ningún problema para descubrir la maravillosa fauna marina de esta zona, donde encontrar coral naranja, una especie catalogada como vulnerable a la extinción.

En resumen, una cala ideal para relajarse en un día soleado, que está considerada uno de los lugares más tranquilos del litoral malagueño.

Cala del Aceite – Cádiz

Muy cercad el puerto pesquero de Conil, es la mayor de las calas de este municipio y también la más frecuentada.

Su paisaje de acantilados rojizos con su plataforma rocosa contrasta con los tonos verdes del pinar y el matorral mediterráneo de su parte superior. Se puede llegar desde los carriles que parten de la carretera CA-4202, cercanos a la desembocadura del río Roche y dispone de una zona de aparcamiento a pocos metros de la playa. Su orientación al sur y la protección que le brindan los acantilados la convierten en el escenario perfecto para ir con niños o practicar deportes acuáticos, como el buceo. Cuenta con un chiringuito durante los meses de verano.

Torre del oro – Huelva

Aunque no es exactamente una cala, esta playa merece la pena incluirla en este listado por su incomparable belleza, la más bonita del Parque Nacional de Doñana. Un verdadero paraíso casi virgen, que se reparte a través de los términos municipales de las poblaciones onubenses de Palos de la Frontera, Moguer, Lucena del Puerto y Almonte y donde pinos y dunas son los grandes protagonistas. Toma su nombre de una antigua fortaleza defensiva que hoy se encuentra en ruinas. Su historia se remonta a un plan de Felipe II que abarcaba toda la costa, desde Faro hasta Tarifa, y con el que se pretendía evitar que los piratas saquearan la zona.