La Sexta, el acierto de la segunda fusión
Se cumplen dos años de la compra por parte de Antena 3 y la audiencia no se ha resentido.
Este no es un país para las cadenas pequeñas, para las que anotan menos de un 10%. La crisis se llevó también por delante las nuevas aventuras televisivas. La endeudada Prisa se aliviaba con la venta de parte de Canal + y de Cuatro a Mediaset, en 2010 y un año después Antena 3 adquiría La Sexta, que se desangraba por el alto coste de sus derechos deportivos. El 14 de diciembre de 2011 se rubricaba el acuerdo por el que la cadena de las productoras, sostenida por Televisa, terminaba como grupo independiente (GAMP) su andadura iniciada en antena en la primavera de 2006. Se aguardó al dictamen de la Comisión de Competencia, cuyas principales objeciones pronunciadas en verano fueron rebajadas por el propio Gobierno, equiparando con el proceso de Mediaset. La fusión se hizo efectiva el 1 de octubre del pasado año.
Antena 3, que iba a transformarse así en Atresmedia, contaba con la ventaja de ir por detrás de la experiencia de Mediaset y algunos de los errores de la competencia los ha ido salvando, por lo que esta segunda fusión, que ya se adquirió por la menos de la mitad que costó Cuatro (400 millones de eueros), ha sido menos traumática desde el primer momento.
La Sexta terminó noviembre con un 6,3% de share y la media del año se va a disputar con décimas con Cuatro, sobre el 6%. El balance tiene que ser más que optimista en Atresmedia. Una de las claves fue mantener toda la identidad y la parrilla de La Sexta previa a la fusión. No hubo bajas ni desplantes en el 6 y El intermedio siguió siendo el filón ácido de las noches y Jordi Évole continuó sin interferencias con su Salvados, los dos programas estelares. El intermedio, de Globomedia, llega a tener más audiencia que cualquier informativo salvo el de Piqueras, duplicando la cuota de La Sexta y con más de 2,3 millones de espectadores cada noche.
La situación política ha beneficiado al aumento en seguidores y expectación por parte de una cadena muy marcada hacia la izquierda, como se observa en sus informativos, que llegan a superar el 13% de cuota, y en tertulias como La Sexta Noche, incorporación de los sábados,o el Al rojo vivo de Antonio García Ferreras, director fundacional de la casa y ahora director de la línea editorial. "La Sexta era un desafío y mantiene su ADN. Estamos en una buena situación pese a no contar con grandes eventos deportivos", señala Mario López, ex director de antena de Canal Sur y actual director de la cadena. Pesadilla en la cocina, El objetivo, con el fichaje Ana Pastor o Encarcelados han sido algunas de los atinados estrenos de estos meses, con asignaturas pendientes como la sobremesa. "Esta es una cadena que se asocia a sus caras", valora López. La Sexta no ha alterado sus rostros de informativos, con una redacción separada de la de A-3, y mantiene a quienes ya estaban en la casa dos años atrás. Es una ventaja clara frente a Cuatro, que en los meses previos a la fusión vio la marcha de El Hormiguero o el relevo de Paula Vázquez en Fama, por ejemplo.
Por encima de los datos de batalla entre los dos grandes grupos privadas y sus segundas cadenas, Mediaset y Atresmedia acumulan ahora cerca del 60% de la audiencia española con un espectacular rendimiento del 90% del mercado publicitario, que cerraría con 1.700 millones como cifra anual. Las fusiones, además de inevitables, fueron rentables.
También te puede interesar
Lo último