"Para que tengamos móvil se violan los derechos humanos"

Jalis de la Serna. 'En tierra hostil'

Antena 3 estrena hoy esta serie sobre "once puntos calientes del planeta". La entrega de esta noche indaga en la guerra por las explotaciones de coltán en el Congo.

El reportero Jalis de la Serna en la frontera de Corea del Norte con el Sur.
Francisco A. Gallardo

13 de enero 2015 - 05:00

Su serie Encarcelados, en La Sexta, destapó algunas situaciones injustas de reclusos españoles en el extranjero. La repercusión de estos trabajos junto a Alejandra Andrade les ha cerrado el acceso a más cárceles y la opción ha sido acudir a los "puntos más calientes" del planeta, donde la propia seguridad del mundo puede tambalearse, como Ucrania, Corea del Norte, Mali o el Congo. En tierra hostil llega esta noche a Antena 3.

-Desde Callejeros viajeros ¿en cuántos países ha estado?

-Sobre los 40 países, conociendo de cerca a la gente. De las cárceles hemos pasado a los puntos más peligrosos, a traducir lo que pasa allí en el lenguaje de la calle.

-Tras estas primeras entregas les quedará por delante Libia, Siria, Afganistán...

-En el caso de Siria se nos recomendó muy encarecidamente que no fuéramos, que era un riesgo excesivo. Pero en Ucrania hemos estado en mitad de una guerra, entre tiroteos, en Donetz.

-¿Cuál diría que es ahora mismo el país más peligroso del globo?

-Sería Nigeria. No por un conflicto en concreto sino porque los terroristas están tan descontrolados que puedes encontrar la muerte en cualquier calle, en un centro comercial… Y nuestra intención es tomar el pulso a la sociedad y hemos estado así en once puntos de los más inestables del mundo.

-¿Qué denominador común tienen estos puntos calientes?

-La inseguridad. Una inseguridad marcada por el control de materias primas, por la codicia. En el caso del Congo es el coltán, un material necesario para los móviles y las tablets. Por el control de las zonas de extracción se han promocionado grupos rebeldes, se han producido asesinatos masivos para empujar las migraciones. Eso también sucede en otros países por el control y comercio de la droga. Y también hay conflictos territoriales de toda la vida, con los recursos de fondo, como Ucrania.

-Y está el secuestro completo de un país, como Corea del Norte.

-La prolongación de un régimen de comunismo utópico se tradujo en una hambruna en el que la gente sigue pagando las consecuencias con una pobreza extrema, mientras los líderes viven extremadamente bien y en este caso los recursos se dedican al desarrollo militar, incluso nuclear.

-¿Cómo pulsan la realidad en esos países?

-Hacemos un prolongado trabajo de producción previo que intenta localizar a españoles en esos lugares. Nuestros paisanos nos dan claves, nos aportan visiones. Localizamos en el Congo una misión de Naciones Unidas y tirando del hilo hemos llegado a contactar con un español que se dedica al comercio del coltán, un intermediario que trata de hacerlo todo bien, pero que en esas condiciones es difícil cumplir.

-¿Cómo vive la gente dentro de esos conflictos?

-La gente se conforma con vivir el día a día. Hay gente que trata de combatir las injusticias con la mejor voluntad y muchísimas otras están cercanas a una depresión. Lo normal es llevarlo todo con resignación y ánimo.

-Es el instinto de supervivencia.

-Ese instinto es uno de los motores para que la gente pueda seguir adelante aun en las peores condiciones imaginables.

-¿Y qué le han podido decir en un país tan hermético como Corea?

-En Corea del Norte es imposible acceder incluso como turista sin el consentimiento de las autoridades. Ahí contamos para acceder con la ayuda de Alejandro Cao de Benós, un español muy convencido del régimen coreano. En Corea se fomenta la delación y allí es muy difícil poner en duda toda la información oficial. Hemos hecho todo lo posible y hemos contado con versiones diferentes, pero ya fuera del país.

-¿Hay algún asunto en En tierra hostil que le haya indignado más?

-Todos los reportajes tienen algo que te indigna y que te conmueve. Te das cuenta que para que todos tengamos un teléfono móvil se han violado los derechos humanos en otras partes del planeta, sin importar meter niños en las minas en condiciones extremas, por 2 dólares al día, para decir después que se hace una extracción honesta del coltán.

-Detrás de la guerra y la muerte, "es la economía, estúpido"...

-Es así, todo lo mueve el dinero. La codicia es lo que más mueve a lo peor de la voluntad humana.

1 Comentario

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último