Hora taurina para el cómic español

1. Portada de 'A las cinco de la tarde'. 2. Serie de viñetas donde se narra la infancia del protagonista, en el mundo rural de la España del siglo XX. 3. Hecho insólito que se vivió en la plaza de Armenia (Colombia), donde Belmonteño estoqueó un toro en el tendido.
1. Portada de 'A las cinco de la tarde'. 2. Serie de viñetas donde se narra la infancia del protagonista, en el mundo rural de la España del siglo XX. 3. Hecho insólito que se vivió en la plaza de Armenia (Colombia), donde Belmonteño estoqueó un toro en el tendido.
Luis Nieto

24 de febrero 2014 - 01:00

La ilusión. La superación. El miedo. La lucha titánica en capeas y un recorrido por la España del siglo XX a través de la vida azarosa del matador de toros Lorenzo Pascual Belmonteño (1921) se plasman en A las cinco de la tarde, el primer cómic que refleja la biografía de un torero español.

Publicado por la editorial Diábolo, con guión de Manolo López Poy y dibujos de Miguel Fernández, esta publicación que acaba de saltar al ruedo de papel rescata la vida azarosa de un torero modesto desde su nacimiento hasta que se retira en 1956, con el añadido de un bosquejo de la situación actual de la Fiesta, tan distinta a aquellos tiempos. Por supuesto, no faltan ni la figura del maletilla ni la del espontáneo, que vivió en primera persona Belmonteño, cuando saltó al ruedo de la plaza de toros de Valladolid para darse a conocer tras haber recorrido polvorientas capeas por la vieja Castilla, en pueblos sin medio alguno para curar o taponar cornadas horribles por las que se desangraban y perdían la vida muchos aspirantes a torero.

Esa historia de Belmonteño, quien fue doctorado por el maestro sevillano Manuel Álvarez Andaluz en Zamora el 12 de septiembre de 1946, en cartel que compartieron con Antonio Bienvenida, sirve para que López Poy realice, a la vez, un relato social de la España de aquel tiempo, desde la Guerra Civil hasta el movimiento de emigración hacia Hispanoamérica, con hechos relevantes como la figura de Alfredo Di Stéfano, cuando ya el fútbol comienza a ganar rango como espectáculo de masas. Todo ello, con una mirada nostálgica a la Monumental de Barcelona, hoy cerrada por el independentismo catalán. Por su parte, el dibujante Miguel Fernández acompaña el relato recreando escenarios reales, como la Monumental de Las Ventas y una época en la que todavía primaba, en muchos aspectos, el mundo rural. De hecho, A las cinco de la tarde, editada en 88 páginas, en cartoné, con un diseño vistoso y una portada protagonizada por la figura del maletilla y que se cierra con una breve nota biográfica, no es una mera narración taurina.

Belmonteño, quien cuenta en la actualidad 92 años, nació en la localidad zamorana de Belver de los Montes, con cuyo nombre jugó para anunciarse con el citado apodo. En su largo recorrido llegó a torear en varios cosos americanos y compartió algún cartel con Manolete y -como el propio Belmonteño recuerda- con quien más toreó de las estrellas de su época fue con los toreros de la familia Dominguín. En España llegó también a alternar con Luis Miguel y con quien fue su ídolo, Domingo Ortega.

Dentro de los numerosos avatares que se recogen en A las cinco de la tarde, se encuentra un hecho insólito. En una de sus actuaciones en América, en concreto en la plaza de toros colombiana de Armenia, saltó un toro al tendido y sembró el pánico entre el público. El diestro subió al tendido muleta y espada en mano y, en la fila 4, lo citó y estoqueó para evitar desgracias, como recoge una de las viñetas de este cómic, un tipo de publicación que por primera vez se adentra en la biografía de un torero español, en este caso en la azarosa vida de Belmonteño.

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