Teruel sufre en Arles una fuerte cornada en el rostro

El asta del toro le abre toda la mejilla derecha en una extensión de 20 centímetros, que ha precisado 60 puntos de sutura, siendo calificado el pronóstico como grave

Ángel Teruel, gravemente herido en el rostro, camino de la enfermería.
Ángel Teruel, gravemente herido en el rostro, camino de la enfermería.
Agencias / Francia

09 de abril 2012 - 01:00

El diestro Ángel Teruel sufrió en la mañana de ayer una espectacular cogida en la Feria de Arles en la que el toro que le abrió con el pitón toda la mejilla derecha, pero sin que ningún órgano vital quedara afectado.

Teruel, trasladado al hospital de Nimes, donde fue intervenido por especialistas en la reconstrucción maxilofacial y fuentes médicas subrayaron que el nervio facial no había resultado dañado como se temió inicialmente.

Tras ser atendido en la enfermería de la misma plaza, se le trasladó al hospital de esta misma ciudad del sureste de Francia, donde se comprobó que ese nervio estaba intacto. A continuación se decidió que la intervención de cirugía para recomponer la cara se haría en Nimes.

La noticia de la cogida ha impactado en el orbe siendo objeto de todos los comentarios en la tarde de ayer, fecha tan significativa del inicio de la temporada en el planeta del toro. Muy particularmente se comentaba cómo la temporada 2011 se había cerrado con otra cornada en la cara, la sufrida por el matador de toros jerezano Juan José Padilla, el pasado 7 de octubre, en la plaza de toros de Zaragoza. Otra cornada de espejo -así se llama en el mundo del toro a las heridas que quedan en la cara- ha conmocionado el arranque de la temporada taurina 2012. Según se ha informado, el diestro se ha mostrado preocupado por su próxima actuación en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, un compromiso esencial en su carrera.

La cogida se produjo al final de la faena del primer toro de la corrida de la mañana, en un descuido del madrileño cuando se preparaba para matar.

El diestro perdió de vista un momento al toro, que lo embistió y lo volteó. Cuando estaba en el aire, el pitón le entró por la parte derecha de la cara desde la boca hasta cerca del ojo y la oreja.

El animal, de la ganadería de Jalabert, había permitido hasta entonces a Teruel hacer un buen papel, aunque se había visto algo perjudicado por el viento persistente.

En esa misma corrida, el quinto festejo de la Feria de Arles que tenía continuidad por la tarde con otra, el torero madrileño compartía cartel con Esaú Fernández y con Tomasito de Arles.

De acuerdo con el parte facultativo firmado por el doctor Benjamin Lallemant: "El matador de toros Ángel Teruel García ingresa en el Hospital Carremeau de Nimes a las 15 horas de la tarde procedente del Hospital Joseph Ymbert de Arles. Sufre una cornada profunda en el lado derecho de la cara 20 centímetros que contusiona y erosiona la zona frontal del nervio facial derecho interviniendo los doctores Lallemant y Rizzoli del Servicio ORL de Cirugía Facial y del Cuello del CHU de Nimes, que le practicaron una cirugía reparatriz de la zona. La intervención duró dos horas y media con anestesia general. Necesitando 60 puntos de sutura en la cara. Pronóstico grave". El paciente ha pasado a observación esperando la evolución en la próximas horas.

En la matinal celebrada en el Coliseo de Arles, cuarto festejo de la Feria de Pascua y con un tercio de entrada, los toros de Jalabert Frères, bien presentados, ofrecieron un juego variado, siendo los mejores segundo, tercero y sexto.

Ángel Teruel, cogido por su primero; Tomasito, ovación tras dos avisos y ovación; Esaú Fernández, ovación, leve división y aplausos.

Por la tarde se verificó la quinta corrida de la Feria de Pascua con tres cuartos de plaza. Se soltaron toros de la ganadería de Miura, serios, con poder, bravos en varas. Nobles los dos primeros, serio e importante el sexto. Fernando Robleño, vuelta tras petición y silencio; Javier Castaño, oreja y aplausos; Mehdi Savalli, ovación y palmas.

Fue una corrida de Miura que resultó entretenida, a cuyo espectáculo contribuyeron los especialistas Fernando Robleño y Javier Castaño, quienes dieron la medida con los más nobles y se impusieron a los exigentes. Savalli, menos rodado, también dio la cara, y aunque su lote demandó mayor oficio nunca bajó la guardia. La única mácula, la actuación de un presidente sin criterio que hurtó una merecida oreja a Robleño.

Fue con el miura que abrió plaza con el que Robleño anduvo muy centrado y templado. El animal, bravo, peleó en tres varas, la última arrancándose desde la otra punta de la plaza. Después de una gran estocada hubo petición mayoritaria pero de manera incomprensible el palco, que otros días regaló las orejas, la denegó.

stats