Salir de compras: Moda para disfrutar en Portobello

Cuando una es nieta de un hombre que invirtió lo poco que tenía para ganarse la vida como vendedor de máquinas de coser, lo difícil es no tener un espíritu emprendedor. Siempre con la ayuda de una de sus hermanas, María Luz Pérez tenía claro que tarde o temprano abriría su propio negocio y que como su abuelo, Francisco Silva, sería feliz trabajando como comerciante. El pasado 4 de marzo el sueño se hizo realidad en Portobello Modas, una pequeña tienda en Espartinas que ya ha conquistado el armario de mujeres que buscan -y aquí encuentran- moda y complementos con alma.

En el centro comercial Santa Ana de Espartinas todo el mundo conoce ya a esas hermanas que no sólo venden moda sino que asesoran, escuchan y ayudan a las mujeres que acuden a ella en busca de un vestido, un bolso o un tocado. "Creo que en el fondo se nos da bien porque no tenemos ni una sola prenda en la tienda que no nos pondríamos nosotras", explica María Luz, que ha aparcado su trabajo como publicista para dedicarse a Portobello. "Nosotras queremos que la gente vuelva y para eso tienen que confiar en nosotras". Y lo hacen. Tanto, que en apenas unos meses abierta la tienda ya se ha quedado pequeña y van a trasladarse a un local situado justo enfrente con mayor capacidad.

El éxito de Portobello Modas está en sus precios (hay vestidos de sport desde 20 euros y looks completos de boda que no superan los 60) pero también en el carácter que sus dueñas han dado al negocio. "Queremos que la visita a Portobello sea una experiencia. Ya hemos organizado dos showrooms sólo para chicas para que se diviertan, compartan ideas y hablen de lo que les apetezca", explica la empresaria.

Pero también el estilo cosmopolita y atrevido aunque sin renunciar a la elegancia de Portobello se ha ganado muchas seguidoras, principalmente, gracias al boca a boca. "Hay mujeres que vienen desde otros pueblos y de la capital porque alguien les ha hablado de nosotras y eso", opina María Luz, "es la mejor publicidad".

Contrastes de tejidos, colores vivos y un concepto de la moda que no entiende ni de edad ni de presupuesto son ingredientes imprescindibles para asentar los pilares de un negocio con futuro. Igual de importante es el trato al cliente y eso lo tienen muy presente en Portobello. Facilitar las devoluciones, descuentos para los compradores más fieles o servicio de personal shopper son sólo algunos ejemplos de como construyen su clientela.