Como titulado en Matemáticas y actor, a Elías Sevillano los números nunca se le dieron mal, y después de 15 años al frente de la Sala Cero, junto a Ángel López, ha sabido resolver con éxito la cuadratura del círculo que se le presentó con la crisis. La subida del IVA y los recortes de la Administración no han impedido la celebración de estos tres lustros ni la continuidad de la compañía que, bajo el sello Producciones Sala Cero Teatro, hoy estrena una nueva obra, La ventana abierta, donde Sevillano es actor protagonista. Como no podía ser de otra manera en este espacio cultural convertido en un referente de la comedia, el humor no faltará en esta nueva propuesta que suma el ingrediente del suspense como novedad. Éste no será el único estreno como productora, ya que, a partir del 1 de mayo, Sala Cero Teatro pasará a programar las funciones de fin de semana en el Teatro Quintero.

Unos 30.000 espectadores y unas 30 compañías pasan de media al año por el espacio escénico de la calle Sol. Unas cifras que avalan el buen hacer de un equipo que trabaja por la promoción de ese "teatro de sala pequeña que apuesta por la comedia como teatro de calidad, que busca popularizar este arte", destaca el director de la sala, que añade: "En el Teatro Quintero dejaremos nuestro sello pero no sólo dependerá de la comedia, se programará de una forma diferente a como lo hacemos en la Sala Cero; el drama, si es una obra potente, también entrará". Esta nueva puerta que se abre en el teatro de la calle Cuna llega tras un acuerdo con la productora Sacromonte, actual programadora de la sala.

Elías Sevillano nunca abandonó la tarea de actor a pesar de su concentración en los trabajos de dirección y producción. Desde que se lanzó con Insólito Sindicato (2002), de manera intermitente ha participado en diferentes producciones de Sala Cero Teatro, algunas de éxito como Se alquila sofá-cama (2010), con más de 150 funciones a sus espaldas.

En La ventana abierta interpreta el papel de Rubén, un hombre de mediana edad que va a encontrarse por primera vez con su novia, a la que ha conocido por internet, pero tras hacer un largo viaje quien lo recibirá será Vera (la joven actriz Carmen Orellana), la hija de su pareja. "Una adolescente inteligente, descarada, inquisitiva, voluble y volcánica", explica Ana Graciani, autora y directora de la obra inspirada en el relato corto del mismo título de Héctor H. Munro Saki.

Por la Sala Cero han pasado muchas compañías, algunas sevillanas que estrenaron su primera pieza allí, como Síndrome Clown, y que hoy cuando visitan este espacio el éxito está asegurado. La clave parece estar en ofrecer un teatro cercano, contemporáneo y que garantiza la risa aun cuando los tiempos no acompañan. "Nos mantenemos gracias al público, pero necesitamos el apoyo de la Administración para ofrecer un producto de calidad y poner en circuito nuestras producciones". En sus piezas no falta el frescor ni profesionales que dan la talla, como Gonzalo Narbona, diseñador de escenografía responsable de la idea de remodelación de la Sala Cero llevada a cabo hace unos años.