Una batalla contra el tiempo

En la clínica Serres se promociona hoy tratamientos antienvejecimiento de 'botox' y vitaminas.

Una batalla contra el tiempo
Una batalla contra el tiempo
Isabel Sánchez

27 de julio 2011 - 01:00

La importancia de la imagen que impera hoy en la sociedad está revolucionando el mundo de los tratamientos estéticos, que se reinventan cada día para ofrecer mejores resultados y reducir los efectos secundarios. El público demandante de estos métodos abarca cada vez a un mayor margen de edad y su número va en aumento, atraído por las ventajas de mostrar una apariencia joven y saludable. La Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad ofrece hoy, en la clínica Serres, el servicio Botox & Breakfast a precio de costo, 100 euros, para promocionar este método tan de moda en países como EEUU. "Consiste en aprovechar el descanso del trabajo para venir a la clínica y, en pocos minutos, tomar un desayuno light, rico en antioxidantes, recibir el tratamiento de botox y volver inmediatamente a la vida normal", afirma el doctor Serres desde su clínica en la calle República Argentina, 56.

La piel es uno de los principales objetivos de estas técnicas estéticas. En ella están marcadas las huellas que ha ido posando el paso de los años, desvelando con sus arrugas y manchas todo aquello que muchos prefieren ocultar. Por ello, desde hace unos años se ha popularizado la utilización del botox para ralentizar el crecimiento de estos surcos tan temidos por muchos, que dejan marca de las tristezas y alegrías acontecidas en el rostro. La toxina botulínica es una neurotoxina obtenida a través de la bacteria Clostridium botulinum, un poderoso veneno que paraliza los músculos y que, en pequeñas dosis, se usa desde el siglo pasado con determinados fines medicinales, como para reducir los tics nerviosos o tratar las contracturas.

Jorge Tomás García (en la imagen) tiene 25 años y su profesión le exige cuidar al detalle su aspecto físico. "Llevo trabajando como modelo tres años. Esto es algo que funciona y me gusta porque la molestia es mínima, la aguja es muy fina y el pinchazo superficial y, además, nadie lo nota". Después, según informa el doctor Serres, "a los tres días comienza a hacer efecto. Paraliza el movimiento del músculo impidiendo que la persona pueda arrugar la frente, con lo que evita que las arrugas se marquen".

Pero también hay quienes, a pesar de preocuparse por su aspecto, no están dispuestos a recurrir a estos métodos, decantándose por otros más naturales. Vitaminas Express es el segundo tratamiento que promociona la clínica. "Este sistema permite inyectar directamente en la zona deseada un preparado de ácido hialurónico, vitaminas, aminoácidos, minerales y otros componentes naturales, consiguiendo un efecto más de mil veces superior al que se obtendría mediante la ingestión de comprimidos de los mismos elementos". Y es que, a pesar de lo que anuncian los mensajes publicitarios, en opinión del doctor, "si las cremas tuvieran el efecto que prometen, nadie tendría arrugas. La industria farmacéutica mueve millones de euros con estos productos que acaban saliendo caros".

María José tiene 47 años, trabaja de cara al público y ya es su segunda vez. "Notas la cara con más luminosidad y mejor color. Cuido mi presencia, la imagen es algo muy importante, pero, aunque no lo descarto para más adelante, por ahora evito el botox. Me parece algo químico y artifical, así que prefiero estas técnicas más naturales".

Cuidar el cuerpo es algo que cada vez está más presente en la conciencia de los ciudadanos. Hasta ahora, una dieta sana y equilibrada, hacer ejercicio y proteger la piel era suficiente para disponer de una imagen saludable. Sin embargo, para muchos también es necesario recurrir a técnicas que plantan cara y retan al tiempo para ganar la batalla al paso de los años.

El zumo de frutas es una fuente esencial de vitaminas naturales.

El proceso comienza con una toma de fotografías.

Con un rotulador, el doctor marca los puntos de incisión.

El 'botox' llega directamente a la epidermis.

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