Un bautizo literario en la Santa Sede sevillana
En persona · Rafael Serrano Bello
Huir del costumbrismo no siempre es fácil y hacerle frente tampoco. El humor es primordial para ello. En la novela que acaba de publicar este ingeniero se consigue con un argumento esperpéntico: Se elige a un Papa sevillano que traslada el Vaticano a Sevilla.
Muere el último Papa, de origen ruso, y el cónclave se celebra en Sevilla, que no en el Vaticano, y sale elegido un sevillano que traslada la Santa Sede a la capital andaluza. Con esta presentación, llamar la atención es fácil y levantar alguna que otra sonrisa también. El humor es clave en un libro de hechos "inverosímiles" del que su autor asegura: "Todo es ficción". Autoeditado hace un mes por este ingeniero amante de las letras, el lector se sitúa frente a un espejo deformado que refleja a una ciudad y a un tema de los que, en ningún momento, se hace sangre. Esta esperpéntica historia está contada con repentinos cambios de tono que van desde el humor a la intriga y desde la descripción a momentos oscuros. Respecto al escenario seleccionado, Serrano aclara: "Esta basado en Sevilla porque es lo que conozco, me resulta más fácil construir a través de unos andamios que conozco que inflarlos de imaginación acudiendo a un Londres del siglo pasado". La génesis de esta obra se sitúa dos años atrás, cuando este ingeniero industrial del Instituto Andaluz de Tecnología se atrevió, tras escribir cuentos y relatos cortos, con la novela. Un año necesitó para escribirla y un año para corregirla. Una vez publicada puede adquirirse en Amazon.com en papel y en Amazon.es para Kindle. Ahora, adelanta que ya prepara una segunda novela. Su escenario esta vez será la Feria "como un universo aparte que se vive en una ciudad efímera".
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