-El Rey de Bodas, 40 el Musical,... Se siente cómodo en este género...

-En realidad me siento cómodo en cualquier trabajo que tenga que ver con lo artístico. Es lo que sé hacer. Sí es verdad que el musical aglutina todo, la voz, la interpretación... Creo que no todo el mundo puede hacer un musical.

-¿Y en el papel de Aladín? ¿Se siente cómodo?

-Es un personaje difícil, que inspira mucha ternura a gente de diferentes generaciones y es un reto colmar las expectativas de todo el mundo. De cualquier forma, creo que la película [la cinta de Walt Disney] personifica muy bien la idea que todos tenemos de este personaje y el musical es muy fiel a esta idea.

-En Aladín, un musical genial, cómo no, hay una lámpara maravillosa. Si tuviera que hacerlo, ¿qué tres deseos pediría?

-Considero que, por suerte, tengo una vida muy plena y pedir tres deseos sería abusar.

-Pero serían...

-Bueno, quizás que la gente con necesidades no fuera tan necesitada, que nos deshiciéramos de la corrupción y que todos aprendiéramos a disfrutar más de la vida y de lo que tenemos.

-Aunque para todos los públicos, este musical va muy dirigido a los niños. ¿Un público difícil?

-Sí que es un público más complicado. Los niños son verdad, son puros y lo captan todo.

-Y hablando de infancia... ¿Cómo recuerda la suya? ¿Estuvo muy marcada por la interpretación?

-Realmente, no. Empecé en la televisión siendo un niño por casualidad. No tenía colegio y acompañé a mi madre, que trabajaba en una productora, a unos estudios de televisión. Había un casting para una serie, lo hice por pura diversión, y me cogieron. Y hasta hoy.

-Fue usted uno de los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo. ¿Cómo recuerda la experiencia?

-Bueno... el programa estuvo perfecto pero yo me equivoqué. Pensé que iba a un concurso de música y se trataba en realidad de un concurso de televisión. Me sirvió para conocer la industria.

-Tras el concurso, grabó varios discos que tuvieron éxito. Pero se decidió a marcharse a Los Ángeles. ¿La industria musical es difícil?

-La industria, los intermediarios... En Estados Unidos es diferente.

-Allí siguió cantando e incluso hizo cine.

-Sí, fue una buena época. Pero decidí volverme por motivos personales.

-Y el teatro llegó a su vida para darle muchas alegrías.

-Sí... La Decorosa Vida de los Stuart, por supuesto 40 el Musical (con más de 1.200 funciones) y ahora Aladín. Muchas alegrías.

-Pero no ha dejado la música.

-A todos nos gusta encasillar pero yo sigo sin vermeen nada en concreto. Soy artista e igual puedo cantar que actuar.

-Equipazo en Aladín, un musical genial.

-Equipazo. Tanto a nivel de reparto como el equipo técnico. Para mí es todo un orgullo formar parte de este proyecto.

-Su Jasmín es Erika Bleda.

-Es magnífica. Cuando la conocí y la oí cantar por primera vez me dejó alucinado.

-Magia, acrobacias y mucho espectáculo en el montaje. ¿Duro?

-Es la primera vez que represento un personaje que me exige tanta preparación física. Hacemos muchas acrobacias y desde que empezamos los ensayos me paso horas metido en el gimnasio. Nos hemos preparado con la ayuda de un especialista y los números de magia son espectaculares... incluso hay una alfombra voladora.

-Estreno el 4 de octubre en Alicante y el 19 visita al Teatro Riberas del Guadaíra, en Alcalá. ¿Motivos para no perdérselo?

-Es un gran espectáculo de risas, música y magia. Hora y media para soñar.