Cinco rincones secretos de Sevilla que son un remanso de paz cuando suben las temperaturas
Estos espacios naturales no son tan conocidos y son perfectos para visitarlos durante la primavera
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Con la llegada del calor son muchos los sevillanos y sevillanas que deciden trasladarse a las playas más cercanas durante el fin de semana con el fin de poderse refrescar y disfrutar del sol, la arena y el mar. Sin embargo, durante estas fechas hay quienes prefieres aprovechar que las temperaturas aún no son tan altas para visitar algunas zonas frescas en mitad de la naturaleza y, si es posible, darse un buen chapuzón para refrescarse.
La provincia de Sevilla cuenta con algunos senderos y piscinas naturales perfectos para disfrutar en primavera, especialmente cuando las temperaturas son elevadas. Aunque hay varios emplazamientos muy populares, como la playa artificial de San Nicolás del Puerto, también hay otros lugares en la provincia que pasan desapercibidos y que son un auténtico remanso de paz en esta época del año:
Rivera de Benalija
El Rivera de Benalija es un pequeño arroyo del norte del Parque Natural Sierra Norte, que discurre entre los términos municipales de Alanís y de Guadalcanal. Es de carácter estacional, por lo que es posible que durante los veranos de años poco lluviosos se acabe secando. A unos 2 km del casco urbano del pueblo de Alanís, el arroyo se ensancha y cae por un desnivel, dando lugar a un paraje muy bonito, en cuyas proximidades hay una cueva con un pequeño lago en su interior. Junto al arroyo existen unos molinos harineros, los molinos del Jorobado, que permanecieron en funcionamiento hasta finales del siglo XX.

Parque fluvial Majadallana
El Parque Fluvial Majadallana se encuentra en el término municipal de Villaverde del Río, un paraje en el que el río se ralentiza y se forman piscinas naturales y pequeñas playas a las que se conoce como Las Calderas. Se trata de uno de los lugares más conocidos en la provincia para pasar los días calurosos en mitad de la naturaleza y en contraposición a quienes prefieren la playa. La primera es la época perfecta para visitarlas ya que el calor no es tan acusado y se pueden hacer rutas de dificultad media por la zona.
Risco Blanco
El arroyo de Risco Blanco es uno de los más peculiares de la provincia, ya que se transforma en un canuto, cuyo sendero tiene acceso restringido. Situado en el término municipal de Almadén de la Plata, la humedad, la sombra y la frondosidad del recorrido son características de estos peculiares valles fluviales que recuerdan en parte un paisaje semitropical. Esto da pie a que se puedan observar algunas plantas como helechos, hiedras y trepadoras, propias de otros climas.
Este lugar es uno de los pocos en los que se puede practicar barranquismo en la provincia de Sevilla. Una de las empresas dedicadas a ello es Sierra Extreme, quienes organizan la bajada por este barranco a través de varios saltos de agua muy divertidos y de una belleza sin igual en la provincia de Sevilla
Cascada de Pruna
En el municipio sevillano de Pruna, ubicado a algo más de una hora desde la capital, se encuentra una de las cascadas más desconocidas y llamativas de la provincia. Con más de 20 metros de altura, este salto de agua está ubicado a apenas un kilómetro de la localidad, por lo que se puede ir hasta la zona en la que se encuentra andando tranquilamente desde Pruna.
Además de la cascada, el pueblo cuenta con otros atractivos turísticos como su castillo o la reciente ferrata que se ha montado en torno a esta construcción, con un nivel K2 perfecto para aquellas personas que estén iniciándose en esta actividad.
Salto del Lobo
El Salto del Lobo se encuentra en el término municipal de El Castillo de las Guardas, a apenas 40 minutos en coche desde la capital. Se trata de una cascada de gran belleza que pasa desapercibida en la provincia y que recibe el agua del río Guadiamar, en torno al cual discurre la ruta que lleva hasta este salto del agua. El Salto del Lobo tiene una altura de unos 40 metros sobre el valle por donde discurre el río. Este conjunto de cascadas y rápidos se despliega en una caída en cadena que desemboca en una profunda poza rodeada de altos muros de piedra, dando lugar a una llamativa garganta que es digna de visitar en esta época del año.
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