El saber de Al Ándalus en el siglo XXI

Durante la Edad Media, las ciencias, en especial la medicina, alcanzaron en Al Ándalus un alto grado de perfeccionamiento, superior, incluso, al resto de Europa. "Los médicos de la época no solo se centraban en los aspectos científicos básicos, sino que eran también filósofos, haciendo hincapié en el desarrollo de la conciencia del ser humano". Tanto creían en la vinculación entre el cuerpo y el alma, que, entre sus maestros, destacaba el hakim, "médico y sabio andalusí que curaba a través de recursos naturales". Así lo explica Luis Jiménez, especialista en naturopatía y divulgador de la Terapia Floral de Edward Bach, que, en 2007, fundó la Escuela Andalusí, un centro docente que busca recuperar el pensamiento de la época andalusí, con el fin de que sus alumnos conozcan "el esplendor de las leyes de la naturaleza y la verdadera naturaleza humana, favoreciendo así su evolución en los ámbitos personales y sociales".

Sus planes de formación fusionan una propuesta terapéutica profesional y el crecimiento personal de los alumnos como objetivo principal. Y todo ello en el marco de las terapias y los remedios alternativos de la época andalusí. Como complemento, la escuela también hace una apuesta clara por las tecnologías avanzadas y el uso de publicaciones especializadas en sus programas docentes, que se dividen en cuatro grandes ramas de actuación: Terapia Floral Evolutiva, Dinámica Corporal, Desarrollo Interior y Área Infantil.

"Lo que hace que una persona enferme es la inexistencia de un vínculo entre el cuerpo y el alma. Enfermamos porque no somos fieles a nosotros mismos", señala Ernesto Postigo, profesor de la Escuela Andalusí y especialista en terapias naturales desde hace más de diez años. "Desde el centro, enseñamos y ayudamos a las personas a contactar con su alma, y, después, a ayudar a otros". En esta misma línea, y según palabras de Luis Jiménez, una enfermedad va más allá de dolencias y síntomas físicos. "Cuando una persona enferma, antes ha habido una alteración del carácter", indica el director de la escuela. "Para nosotros, la enfermedad comienza cuando uno pierde la chispa, la felicidad".

Aunque su sede central se encuentra en Málaga, la Escuela Andalusí tiene presencia en Sevilla, Córdoba, Almería, Barcelona, Valencia y Murcia, entre otras ciudades españolas, así como en Portugal, México y Chile. De este modo, en otoño comenzará en Sevilla un curso de formación sobre Terapia Floral Evolutiva de dos años de duración. El curso se divide en dos módulos de nueve sesiones cada uno (un fin de semana al mes; el precio es de 100 euros la inscripción, más 145 euros por sesión). "El primer año, a través de ejercicios y vivencias personales, enseñaremos a autoconocerse uno mismo, a conectar con nuestro cuerpo físico y a gestionar nuestras emociones. Ya el segundo año trabajaremos sobre cómo podemos ayudar a los demás", explica Ernesto Postigo, coordinador del curso. Antes, el 28 de septiembre (lugar aún por confirmar), Postigo impartirá dos charlas gratuitas sobre el modelo de Terapia Floral Evolutiva.