«Un suspiro entre tanta prisa», así son los talleres de acuarela más mágicos de Triana
Los talleres de acuarela de Violeta Luján reúnen cada semana a decenas de personas en un espacio mágico del barrio trianero
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En la calle Covadonga, número 9, en pleno barrio de Triana, se encuentra la Casa de los Artesanos, una antigua corrala de gran belleza en la que muchos artesanos y artesanas de Sevilla albergan desde hace años sus talleres. Uno de estos espacios es el estudio de Violeta Luján, un lugar con mucho encanto que cada semana reúne a decenas de personas para disfrutar de la acuarela y de pasar tiempo juntas.
Su historia, como la de muchas otras personas que emprenden en el ámbito local, está llena de esfuerzo y entusiasmo, pero también de algo de magia, la misma que la llevó a acabar teniendo su taller en el sitio en el que se encuentra hoy.
Las primeras andaduras de Violeta
Tras haber estudiado Publicidad y Relaciones Públicas y trabajar en una agencia en la que no se sentía del todo realizada, Violeta Luján, sevillana de nacimiento e hija de extremeños, decidió trasladarse a Barcelona para hacer un máster en Desarrollo Personal. En el año 2018 y tras una nueva crisis existencial, Violeta se amparó en la acuarela y se dio cuenta de que la ayudaba a despertar su parte creativa y a conocerse mejor. Esto la llevó a enseñar las técnicas que conocía a sus amigas más cercanas, en primer lugar y, tímidamente, también a algunas conocidas.
De esta manera, Violeta combinaría su trabajo en la agencia con sus primeras clases de acuarela en Barcelona hasta que en el año 2019 decidió regresar a Sevilla, donde siguió formándose. En 2022 y con la ayuda de una amiga que montaba un puesto en un mercado de artesanía, Violeta Luján reunió toda la valentía que pudo y comenzó a exponer sus láminas. Fue allí donde vendió la primera de ellas, bajo el título «A veces hay que romperse para florecer», toda una declaración de intenciones de lo que iba a ser su vida a partir de ese momento.
Este impulso permitió a Violeta dejar su trabajo en Marketing para comenzar a dedicarse a hacer sus propios talleres de pintura. Los primeros que organizó se enfocarían en la acuarela botánica porque, como dice ella, toda su vida gira en torno a las flores (de ahí su nombre y el de su hija, Jara). Estos talleres serían todo un éxito y comenzarían a llenarse en apenas 24 horas, lo que llevaría a esta sevillana a seguir creciendo en su emprendimiento. Hasta que en el año 2024 y con el apoyo de su entorno, cumpliría el sueño de abrir un estudio propio con una curiosa historia tras de sí.
La curiosa historia de la Casa de los Artesanos
La Casa de los Artesanos, ubicada en el barrio de Triana, forma parte de una antigua casa colectiva que en la década de los 90 trataron de expropiar para hacer viviendas. Fue gracias a la lucha de sus vecinos y vecinas y, concretamente a la de uno de ellos, que esta construcción se mantuvo como espacio colectivo de quienes allí tenían sus talleres, algo que se ha dado hasta la actualidad.
De una manera casi fortuita, en el año 2023 Violeta Luján se aventuró a abrir su propio taller. Durante la búsqueda de espacios en los que albergar su estudio, unos amigos ceramistas le hablaron de un local que quedaría libre en la Casa de los Artesanos de Triana. Cuando lo visitó quedó completamente enamorada de él. Unos meses más tarde y tras armarse de coraje, Violeta Luján inauguraba su taller en junio de 2024 en este mismo lugar.
Fue entonces cuando se enteraría de que aquel vecino que luchó para que no expropiaran esta antigua vivienda colectiva sería, nada más y nada menos, que su padre. Violeta conseguía, así, no solo cumplir su sueño, sino cerrar una historia que parecía que estaba destinada a ella y su taller.
El taller en el que floreces
El primer taller de Violeta en su recién inaugurado estudio sería todo un éxito y junto a él irían llegando nuevos talleres, de diferente temática, pero todos ellos con las mismas protagonistas: la acuarela y el espacio compartido que ha conseguido crear esta sevillana.
Desde entonces y hasta ahora Violeta, madre de Jara y una gran luchadora, no ha parado de trabajar. Todos los meses organiza talleres sobre acuarela botánica, de animales marinos o de pintura textil, en este caso imitando el estilo de la acuarela. También hace cursos intensivos de un mes y cursos anuales donde se fomenta la creatividad que duran todo un año académico, de septiembre a junio. Recientemente, Violeta ha publicado su primer libro, Primavera en acuarela, en el que aborda la técnica de pintura floral y que incluye un cuaderno para practicar.
Tal y como expresa Violeta, no es necesario saber pintar para acudir a sus talleres, ya que ella los dirige de manera que cualquier persona puede acabar creando obras increíbles y pasando ratos inmejorables. «Yo no enseño a dibujar, sino a trabajar con la acuarela, por lo que no es tan importante el resultado como el proceso».
Los talleres de acuarela de Violeta Luján son una ocasión perfecta para disfrutar de la creatividad y el arte en un entorno mágico y con la mejor de las compañías. Se convierten, en definitiva, en «un suspiro entre tanta prisa».
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