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Vivir en Sevilla

La televisión en la cocina

  • Más de 150 personas se han presentado al 'casting' de 'Masterchef' organizado en Sevilla.

Seis de la mañana. Luis apaga el despertador, aunque apenas ha pegado ojo en toda la noche. Los nervios le han mantenido en vela y su mente no dejaba de recitar una y otra vez una lista de ingredientes: atún macerado, guisantes crujientes, wasabi, algas. Dos horas y media después y tras recorrer unos 185 kilómetros, el algecireño Luis Guerrero espera de pie a las puertas del Hotel NH Plaza de Armas, ataviado con bolsas, neveras, fiambreras y utensilios de cocina. Junto a él, un centenar de personas, entre familiares y concursantes, esperan que comiencen las pruebas de selección de la segunda edición del concurso televisivo Masterchef.

"Desde que se abrió el plazo de inscripción, hemos recibido unas 9.000 solicitudes de toda España, una cifra similar a los registros de la primera edición. Lo que sí ha subido ha sido el nivel de los candidatos", explica Ana Ayala, coordinadora del casting de Masterchef. "Todos son amateurs. Para participar no puedes haber trabajado nunca como cocinero". Tras un filtro previo, la organización celebra una fase eliminatoria en cinco ciudades distintas: Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla, por donde, entre el lunes y ayer martes, pasaron alrededor de 150 personas.

"Aunque he trabajado durante cinco años como camarero, siempre me ha gustado la cocina y vengo a probar suerte", relata Luis Guerrero, antes de presentar su receta oriental. A su lado, en la cola, se encuentra Rocío Macías: "Yo estudio Farmacia aquí en Sevilla. Sólo me quedan dos asignaturas para terminar. Pero hace dos años creé junto con mis dos hermanas un blog de recetas: Cocinando con las Chachas". Antes de entrar en el hotel, la joven Rocío -que acudió ayer martes al casting con sus padres- explica la receta que va a presentar: "Mi plato se basa en una crema de bacalao con almendras y espinacas, además de huevas y mejillones".

En esta primera prueba, los candidatos traen la comida hecha de casa, aunque algunos deciden traer planchas eléctricas o un camping gas para calentar o, incluso, freír algún alimento. Sólo tras pasar una segunda prueba en Barcelona -con la participación de 500 personas, de las que serán seleccionadas 50-, cocinarán in situ. "La cocina engancha. Cada español es un juez de cocina", apunta David Marsal, director culinario del casting. "Hay muchos cocinillas, pero creo que hasta que no han visto que esto es serio, que no es un juego, que no es un reality más, no han salido". Su compañera Ana Ayala le secunda: "No creo que ahora exista un boom por la cocina. Antes también existían buenos cocineros amateurs, sólo que no había concursos de este tipo, estaban en la sombra".

La presentación del plato, el sabor y el grado de complejidad de la receta son los tres factores que tiene en cuenta el jurado, formado por David Marsal y dos profesores de la Taberna del Alabardero (en el caso de Sevilla), Leopoldo Núñez y Fermín López. "El nivel de los participantes es muy alto. El lunes probé un atún mechado de un chico de Barbate que me encantó, me sorprendió mucho", completa Marsal, que ha trabajado con Ferran Adrià y Sergio Arola, entre otros reconocidos cocineros.

Tras una presentación inicial, los concursantes tienen veinte minutos para presentar su mejor plato. El resultado de esta prueba no se conocerá hasta dentro de unos diez días.

Francisco maja en su mortero ajo y sal; Antonio llena una sartén de aceite para saltear sus gambas; la mesa de José se llena de fiambreras de colores, de donde saca diferentes huevos rellenos; y Magdalena comienza pintando en su plato la Giralda con reducción de vinagre de módena. "Me dedico a la pintura de forma profesional, pero el sector está muy mal y veo en la cocina una alternativa", señala Magdalena Romero al finalizar su plato, una sopa mediterránea de almendra cubierta por una torta de hojaldre y acompañada de un ajoblanco de mango.

A su vera, Nuria Olmedo comenta orgullosa su receta: "Se trata de rape con cachelos, unas patatas especiales de Galicia, acompañado de una salsa de almendras". Esta funcionaria no viene al concurso sola, acude con su compañero Francisco Fernández: "Nos hemos levantado a las cinco de la mañana para cocinar. Y, además de madrugar, al ser dos, hemos tenido que compartir la cocina. La verdad es que está siendo una experiencia bastante curiosa".

La plancha eléctrica le ha jugado una mala pasada al bailaor flamenco Israel Velasco. "He colocado sobre la plancha una sartén con aceite para hacer queso frito. Aunque no lo había probado antes en casa, pensaba que iba a funcionar, pero no", narra el joven una vez finalizado su solomillo con queso frito y puré de patata con cebolla caramelizada. "Menos mal que otro concursante me ha dejado su camping gas".

El huevo es el rey en el plato de José Toledo, que trabaja en un salón de belleza. "Lo mío es la cocina tradicional, yo no sé nada de comida de diseño", señala. Aunque apueste por los ingredientes clásicos, su receta resulta algo compleja de describir: tortilla de patatas con cebolla dulce y un toque de whisky sobre una base de fino bizcocho. Todo ello coronado por huevos de campo rellenos de pisto con bogavante y rociado con una salsa de mayonesa, bogavantes y brandy. "Hay quien piensa que tanto huevo puede resultar pesado, pero, en mi casa, esta receta triunfa". Cocinillas de éxito o no, la televisión ya ha entrado en sus cocinas.

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