Salir a tomar vino con amigos no es algo nuevo, pero hacerlo mientras pintas un cuadro es una iniciativa que se está asentando, cada vez más, en todas las ciudades. El proyecto se llama Winegogh y, en resumen, es una experiencia para vivir solo o acompañado donde se puede degustar vino mientras se explota la creatividad de cada uno.

La iniciativa, cuyo coordinador es Roger S., está afincada en Barcelona y Madrid pero ha llegado hace relativamente poco a Sevilla. A través de ella se puede tener una clase de pintura con vino ilimitado y música de fondo.

En los espacios en los que se desarrolla la actividad habrá profesores que ayudarán a los alumnos a crear sus piezas artísticas. Aunque se piense que solo quien sabe pintar puede realizar esta actividad lo cierto es que Winegogh está dirigido a quienes nunca han cogido un pincel pero quieren expresar su creatividad disfrutando junto a sus amigos. Para ello los profesores, licenciados en Bellas Artes, guiarán cada uno de los proyectos de manera que quienes lo prueben queden satisfechos con el resultado.

Esta idea surgió a través de las propuestas de varios artistas de Barcelona que decidieron aunar la pintura y el arte con la enología, una tendencia que ya se estaba dando en Estados Unidos.

Cómo funciona

No es necesario saber pintar para ir a Winegogh ya que las clases se hacen en grupo y en cada sesión se propone una obra distinta de la historia del arte, por ejemplo, La noche estrellada de Van Gogh. Para ello los profesores y profesoras van dando instrucciones de cómo pintar el cuadro paso a paso. Cada asistente cuenta con un lienzo y pinceles, por lo que la obra creada será para cada uno de ellos.

Lo particular de esta actividad es que durante ella se podrá tomar vino de forma ilimitada, aunque el objetivo no es otro que el de acompañar el proceso bebiendo algo.

Para ello se puede elegir entre Rueda Verdejo y Rioja Tempranillo. Para quienes no quieran consumir alcohol pueden tomar agua mineral, también de forma ilimitada.  

El objetivo de Winegogh es crear un espacio de diversión que aúne creatividad y vino con amigos. Dentro de las sesiones de pintura existe una de ellas que se caracteriza por ser a oscuras y con la única iluminación de luces de neón. En este caso las pinturas también brillan en la oscuridad. La duración de las sesiones es de 2 horas y media y el precio por clase con vino ilimitado asciende a 39 euros.