"En Canal Sur hay señales positivas de pluralismo"

Ignacio Martínez

21 de junio 2009 - 05:04

-¿Es usted partidario de dar prioridad a las fusiones entre las cajas de ahorro andaluzas?

-Hace poco tiempo me pronuncié a favor de la fusión de Unicaja con Caja Castilla-La Mancha. Es ir contra la globalización oponerse a fusiones entre cajas que no sean de la misma región. Pero cuando haya posibilidades entre entidades de la misma comunidad, son preferibles y hay que anteponerlas.

-¿Qué le parece la posibilidad de la que se está hablando ahora, entre Unicaja y Cajasur?

-Se está hablando mucho de esa operación. Me parece que se debería hablar menos. Nosotros hemos sido un ejemplo de discreción: tenemos toda la información desde el primer día y nos hemos pasado un mes y medio en silencio. Y hay una cuestión importantísima: Lo que sea bueno para Cajasur es bueno para Córdoba y viceversa. Al final, la decisión hay que tomarla teniendo en cuenta el interés general de Córdoba, nunca puede afrontarse guiada por un criterio partidista. La clave está en los consejeros de administración de esas entidades.

-¿Qué nota le pone a la sanidad y a la educación regionales?

-Ahí están los grandes suspensos de nuestra autonomía. En materia educativa, según todos los informes nacionales y de la OCDE, somos los últimos. Eso significa más paro para el día de mañana en una economía globalizada. En sanidad, con un millón más de habitantes que Cataluña, tenemos la mitad de hospitales. A mí me parecen dos fracasos esenciales en la gestión de los socialistas en estos 30 años.

-Durante el Gobierno de Aznar, del que usted formaba parte, en 1999 la Comisión Europea le asignó a Andalucía, 15.324 millones de euros de fondos estructurales y ustedes consignaron 11.406. Son 4.000 millones menos para el periodo 2000-2006.

-Se lo he leído a usted ocho o diez veces. Pero todos los informes que tengo discrepan de las cifras que usted apunta. Tengo informes de mis eurodiputados, de la Comisión Europea que discrepan de ese análisis.

-Hay una carta de julio de 1999 del director de Política Regional de la Comisión, que está publicada.

-A mí me parece que los intereses de Andalucía no han sido nunca bien defendidos, en el ámbito de la UE, por parte de los gobiernos socialistas. Creo que Andalucía y España son fuertes en Europa en la medida que hagan políticas acertadas de crecimiento y creación de empleo. Creo que las etapas de fortaleza en Europa han sido con los gobiernos del PP, porque se creaba en España el 70% del empleo de la UE, y además éramos gente antipática en Bruselas. Y hemos pasado a ser un gobierno en España muy simpático y todo el mundo se pregunta por qué España es responsable del 70% del paro de la UE. Y tenemos pendiente la negociación de las perspectivas financieras para 2013, que nos afectan muchísimo a Andalucía.

-Tengo la impresión de que los intereses de España han sido bien defendidos en Bruselas por los gobiernos del PSOE y los del PP. Con deslices. Del Fondo de Cohesión, Andalucía recibió poco con ustedes. Por ejemplo, en 2001, Andalucía recibió 138,5 millones, el 6% total nacional, y Cataluña 1.067 millones, el 48%. En 2002, Andalucía recibió 215,5 millones, el 8%, y Madrid, 1.187 millones, el 45%.

-Le repito que mis datos no coinciden con los que usted dice. Andalucía salió clarísimamente favorecida de la gestión de los gobiernos populares en Bruselas. Salió en la vía de los fondos, de la defensa firmísima de nuestros intereses, la defensa de nuestra agricultura, todavía me estoy acordando de Loyola de Palacio y de Miguel Arias, y a mí me parece que lo más importante es que cuando el PP gobernó, en Andalucía se crearon 900.000 empleos.

-No es bueno este recelo mutuo.

-He ofrecido a Griñán un pacto para terminar con la polémica en los asuntos europeos, para defender juntos los intereses de Andalucía en Europa. Porque cada día el futuro de Andalucía depende más de Europa, y porque tenemos pendientes frutas y hortalizas, el vino y muchas otras cuestiones. Debemos alcanzar ese acuerdo en el Parlamento.

-El miércoles Griñán ha hablado con Zapatero de Canal Sur. Dice que no puede quitar la publicidad.

-Siempre he sido partidario de la necesidad de una televisión pública, pero se debe distinguir claramente de la oferta de las privadas. En mi programa electoral de 1994 propuse una reestructuración de la empresa pública para que tuviéramos programación de calidad, sin publicidad. Soy partidario de la desaparición de la publicidad en Canal Sur, siempre que no signifique más impuestos, como se va a hacer a nivel nacional.

-Sin publicidad, la RTVA sería más deficitaria.

-Una de las claves de nuestra autonomía está en reducir las pérdidas del sector público, que nos cuesta 3.000 millones de euros al año, con empresas innecesarias que están compitiendo con la empresa privada. Hay que ir a planes de austeridad y de reducción y racionalización del sector público. Dentro de ese gran plan de austeridad sería asumible la desaparición de la publicidad en Canal Sur TV, sin planes de austeridad no es posible.

-Ustedes se abstuvieron en la elección del actual director general de Canal Sur.

-Estuvimos pensando mucho. A mí las señales que me llegaron sobre la forma de ser del nuevo director general fueron positivas. Le preguntamos qué garantías de cambio nos ofrecía, y el equipo que construyó a su alrededor era de continuidad, al que nosotros no podíamos darle nuestra confianza. Tengo la esperanza de que eso vaya cambiando.

-Y sobre la neutralidad en la RTVA ¿ha visto cambios?

-En cuanto al pluralismo en Canal Sur, alguna señal positiva hemos observado.

-ETA ha vuelto a matar el viernes, ¿su final está más lejos?

-Estamos ante una oportunidad histórica para derrotar al terrorismo, porque es la primera vez después de 30 años de democracia que tenemos un Gobierno constitucional en el País Vasco y que puede caer todo el peso del Estado de Derecho sobre los terroristas.

-La unidad sin fisuras de los dirigentes políticos ha sido inhabitual.

-Firmé el Pacto Antiterrorista con Zapatero, como secretarios generales de nuestros partidos, y recuerdo otras épocas de reacciones sin fisuras. Lo más llamativo de este momento, sin embargo, es que la Autonomía vasca está comprometida con la derrota del terrorismo. Es un cambio cualitativo. Y luego, el día que ETA empieza su recta final es cuando todos hablamos de derrota. No de fin de ETA, sino de derrota de ETA. Ahí empieza el final de la existencia del terrorismo.

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