San Pablo vivió un esperpento, aunque tampoco los árboles deben tapar el bosque: el Cajasol hizo un partido malo que no pintaba nada bien, pero los colegiados, con De la Maza llevando la voz cantante, se encargaron de enturbiar el choque con decisiones alevosas en contra de los locales, que se fueron desquiciando con antideportivas y técnicas a granel hasta dejarse el último aliento para remontar un encuentro imposible ante un CAI que desnudó la defensa sevillana con el mazo del triple en el tercer cuarto. La conclusión del disparate derivó en una derrota inesperada, un gran mazazo, que saca de los puestos de play off al equipo de Plaza en favor del Unicaja.

La primera parte transcurrió con normalidad, aunque Davis, pasado un minuto, y Triguero, más tarde, se pusieron con dos faltas. Hettsheimeir se adueñó de la pintura y, aun así, en el tosco arranque, el Cajasol dominaba gracias a un Calloway que buscaba el perdón de su técnico por las últimas actuaciones. Se animó el CAI e igualó, pero Kirksay condujo al 15-10.

Calloway, con las referencias locales apagadas, se echó el equipo a la espalda y con un triple colocó el 22-12, que pasó a un prometedor 26-15. Ahí llegó la primera pájara. Quinteros y Aguilar, ora de dos, ora de tres, neutralizaron en tres minutos la ventaja: 28-29. Las instrucciones de Plaza, claras: bola a Davis. Los puntos del pívot y un triple del base devolvieron el mando al descanso: 35-33.

Hasta aquí, un partido normal de baloncesto. A los sevillanos se les fundieron los plomos tras el paso por los vestuarios. El CAI, conocido por su tino en el triple, martirizó al Cajasol desde la larga distancia y se apuntó cinco tiros anotados desde 6,75: dos de Van Rossom, uno de Toppert, Aguilar e incluso del poste nato Hettsheimeir. A éste le salía todo, logrando dos puntos en un churro de mate. Con 44-58 apareció la defensa cajista, pero en tres minutos sólo recortó cuatro puntos: 48-58.

El show de De la Maza con el silbato llegó en el cuarto final (por cierto, el veterano colegiado, como el curso pasado Hierrezuelo, exigió a la mesa que cesaran los insultos de la grada dirigidos a él: surrealista). Una entrada de Cabezas se saldó con falta de Calloway y antideportiva de Davis: cuatro tiros libres y posesión. El equipo hispalense ponía el grito en el cielo ante el desconcierto que se avecinaba. Quedaban muchos minutos, aunque el CAI estaba con 14 puntos de renta. La siguiente acción que provocó la ira de San Pablo fue una falta de Chubb a Davis no sancionada, Cabezas se fue por los suelos en la mitad de la cancha y el pívot cajista se llevó la personal al buscar el robo, añadiendo una técnica por sus protestas que lo dejó eliminado.

El malagueño metió los dos tiros libres y Plaza se llevó otro castigo, por supuesto pitado por De la Maza, por pedir pasos en un lance posterior. De nuevo Cabezas a la línea de personal: 50-66. La hinchada sevillana no daba crédito por el expolio sufrido por la terna del silbato, complaciente con los maños en su zona y quisquillosa en el aro contrario. Pablo Aguilar aprovechó la coyuntura para encestar un triple al momento: 50-69, minuto 34.

Cualquier hubiera dicho que el partido estaba perdido. Pero no tan pronto. El Cajasol gasta un espíritu a prueba de bombas. Con Calloway, Bullock, Urtasun, Kirksay y Triguero en la pista, murió en la pista, subiendo las líneas defensivas, robando balones, y eso que la suerte ayudó a los aragoneses en alguna acción que no concluyó en recuperación local, y consiguiendo dos triples consecutivos que atemorizaron a José Luis Abós: 56-69.

La fe defensiva, con cuatro pequeños peleando en pos del balón, facilitó a su vez al CAI las segundas opciones en el rebote y Aguilar rompió la dinámica tras una captura. Bullock llegó al duelo en el minuto 36 con sus primeros puntos y, tras un intercambio de lado a lado de tiros libres, un triple de Urtasun y un robo de Calloway dieron vida al Cajasol: 65-75. Más aún creyeron en el triunfo los locales con un dos más uno de Triguero: 68-75, minuto 37.

Cabezas, frío y certero, derrumbó la esperanza sevillana con un triple a casi dos minutos del final (70-80). Los árbitros no quisieron irse sin formarla de nuevo y eliminaron con otra antideportiva a un Triguero hecho un basilisco al ser taponado antes en falta por Aguilar.

Mazazo alevoso para el Cajasol, que debe mantener la sangre fría tras este revés y pensar en recuperarse más pronto que tarde por mucho que haya salido de los puestos de play off. Hay nueve citas para olvidar este tropiezo con claro protagonismo de los tres que jamás deben serlo: los colegiados.

Ficha técnica:

72 - Cajasol (15+20+13+24): Calloway (18), Kirksay (6), Bullock (4), Katelynas (1), Davis (15) -cinco inicial-, Triguero (9), Cabanas (-), Satoransky (4), Urtasun (11), Sastre (0), Ivanov (4).

86 - CAI Zaragoza (10+23+25+28): Van Rossom (9), Barlow (2), Quinteros (9), Aguilar (23), Hettsheimeir (14) -cinco inicial-, Phillip (0), Chubb (0), Cabezas (20), Miso (2), Toppert (7), De la Cruz (-).

Árbitros: De la Maza, Jiménez y Castillo. Eliminaron por faltas personales a Paul Davis (m.33) y a Triguero (m.38).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima quinta jornada de la Liga ACB, disputado en el pabellón San Pablo de Sevilla ante 5.100 espectadores.