(Galería de fotos: Una mampara de cristal envuelve al Gran Poder)

El Gran Poder estrenó ayer su nueva mampara protectora y, con ella, recuperó el besapié diario que fue suprimido tras el ataque al Nazareno protagonizado por Luis Carbajo Ordóñez, hace ahora 6 meses. Tras un intenso día de trabajo, en la noche del lunes el Señor de Sevilla volvía a ocupar se lugar en el camarín presidiendo la basílica. Desde primeras horas, los fieles que se acercaron a San Lorenzo pudieron contemplar de primera mano la nueva protección del camarín. A algunos de ellos, que no sabían de la colocación del cristal blindado, le sorprendió que, tras varios meses, se podía acceder de nuevo hasta el altar principal por el pasillo lateral para besar el talón de la imagen tallada por Juan de Mesa.

La nueva mampara, cuyo coste se eleva hasta los 5.000 euros y que ha sido financiada por la Fundación Juan Moya, como avanzó este periódico, se compone de tres piezas y cubre por completo la parte trasera del camarín del Señor en lo que a anchura se refiere, llegando a proteger a la imagen hasta la altura de los hombros. El nuevo cristal es de doble protección, blindado y con un tratamiento que absorbe la luz para evitar los reflejos.

De las tres piezas que componen la nueva mampara, la central es la más pequeña en dimensiones y está colocada directamente sobre el pedestal de mármol en el que está el Señor. Las otras dos, laterales, parten directamente desde el suelo y los escalones para cerrar completamente el espacio posterior. Los cristales se disponen hasta los hombros y sólo dejan al descubierto el talón del Gran Poder.

Esta protección sustituye a la anterior, que sólo cubría el perímetro del pedestal de mármol y llegaba apenas hasta la cintura del Gran Poder. Con esta actuación también se han eliminado las barandillas en las que se ponían jarrones con flores, de las que se valió Carbajo Ordóñez para saltar al camarín del Señor.

Tras la agresión, el besapié diario al Señor de Sevilla se limitó a los viernes, permaneciendo el resto de la semana cerrado. Además, la Hermandad contrató seguridad privada para que un vigilante permaneciera junto a la imagen mientras que los fieles acudieran a su veneración.

Por otra parte, la Hermandad recibirá unos 12.000 euros de indemnización por la agresión ocurrida el pasado mes de junio. En la valoración de la aseguradora se incluyen los gastos de la reparación de la talla, llevada a cabo por el imaginero Luis Álvarez Duarte, así como la camisa interior y la túnica, que quedaron desgarradas tras el suceso.