Lo que los técnicos buscan, aprecian y apuntan en estos partidos son otras cosas, pero lo que el aficionado quiere ver, lo que de verdad le importa, es la idea más o menos buena o mala que pueda hacerse de los fichajes, de las caras nuevas, del equipo en general y de los futbolistas con los que tiene predilección en particular.

De todo eso hubo un poco anoche en Gerona. Posibles carencias y futuros fichajes aparte, Míchel y Monchi pudieron sacar conclusiones ante un rival un poco más granadito por su militancia en Segunda División y en una prueba con otro salto más en lo que a preparación se refiere, con menos futbolistas vestidos de corto y, por consiguiente, algunos ya acumulando noventa minutos, es decir, un partido completo.

Pero lo que se habla en los bares, en las oficinas e -importante- en las colas, si las hubiera, para renovar el carné son las sensaciones que dan las caras nuevas. Y así, el debut de Kondogbia era una de las cuestiones que más interés levantaba por muy anecdótico que fuera todo, puesto que el francés, recién aterrizado, sólo tuvo unos minutos.

Pero otro de los temas estrella podía ser ver jugar a Campaña, ese futbolista al que siguen castigando desde dentro no se sabe muy bien por qué mientras desde fuera sólo se le ven cosas buenas. El canterano, con sólo un entrenamiento más que Kondogbia, brilló en su puesta en escena -como le gusta ahora decir a Míchel-, pero la suya no tiene nada que ver con la palabra y sí con el balón y el chaval lo que vino a hacer, y no se sabe si provocó alegrías u otra cosa según cada cual, fue convertir el primer balón que le llegó en una preciosa asistencia con un pase al hueco a Babá. El gesto sirvió al Sevilla para ganar el partido y el trofeo y al entorno o a lo que quiera que sea a avivar el debate sobre su futuro y si éste está tan lejos como dicen o es un presente con todas las mayúsculas que se puedan encontrar.

La salida al campo de Campaña coincidió con la aparición del Sevilla más aseado de la noche, aunque también es cierto que luego se apagó un poco. Pero el canterano se gusta, ha llegado bien porque sólo ha estado parado una semana y pone en serio aprieto a quien tenga decidido que no va a seguir en la plantilla. Si es que lo ha decidido así, porque a lo mejor todo es un hablar a tontas y a locas.

Con Kondogbia, porque siempre pasa cuando llega alguien nuevo y desconocido, todo fue mirarlo con buenos ojos. Que si detalles, que si cositas... La realidad es que, de la quinta de Campaña pero en negro y en francés, tiene planta, presencia física y buena distribución. Primero jugó escorado en la izquierda y luego más centrado, donde pareció vérsele más cómodo. Buena pinta, sí..., pero tranquilos.

Por lo demás, Babá puede decirse que fue lo más destacado, junto a -otra vez- muy buenas prestaciones de Cala en el lateral. El senegalés marcó un gol, le anularon otro de cabeza por fuera de juego y lanzó un precioso disparo lejanísimo y con mucha intención a la madera. Y generalizando, como grupo el equipo mejoró bastante la imagen que ofreció en el último amistoso ante el San Fernando.

girona: Mallo; Luso, Migue, Ariday, Chus Herrera; Benja, Tebar, Junca, Jandro, Eloy y Coro. También jugaron David García, Garmendia, Ion Vélez, José, Pere Pons y Mas. sevilla: Palop (Diego López, 46'); Cala, Spahic, Fazio (Bernardo, 55'), Fernando Navarro (Kondogbia, 71'); Medel, Trochowski (Campaña, 46'), Rakitic (46'); Reyes (Javi Hervás, 62'), Babá (Álex Rubio, 55') y Manu del Moral (Acosta, 71'). Gol: 0-1 (48') Babá. Árbitro: Jaime Latre (aragonés). Amonestó a Spahic, Medel, Álex Rubio, David García y Eloy. Incidencias: XXXVI Edición del Trofeo Costa Brava disputado en Montilivi. 2.500 personas.