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El plus de las sensaciones

  • La aureola de positivismo que impregna el entorno del equipo de Emery invita a la ilusión ante las visitas de Barça y Zenit. Nervión presentará un lleno desconocido desde enero de 2008.

Quizá es de lo que rehúyen los entrenadores, de esa aureola de positivismo de la que se impregna el aficionado, la prensa y el directivo que se frota las manos. El entorno en general anda con los biorritmos en tendencia claramente al alza con las sensaciones que provoca el Sevilla de Unai Emery, que tiene ante sí dos citas de mucha altura ante los líderes de las ligas española y rusa en las que la afición espera y desea lanzarse a la locura de la euforia.

Todo lo que antes era negativo o animaba a los más inconformistas ya no lo es. Si ganar sufriendo como lo hizo el Sevilla después de ponerse 0-2 por delante el martes en el Ciudad de Valencia hace unos meses hubiera levantado una oleada -no masiva, pero sí apreciable- de críticas hacia el planteamiento del de Fuenterrabía, la ilusión sigue intacta y la afición recuerda una y otra vez los siete partidos oficiales que el Sevilla lleva ganando ininterrumpidamente.

El cartel de "no hay billetes" se colgó en la tarde de este jueves en las taquillas del Sánchez-Pizjuán. No hay papel para la visita del Barcelona, algo que no ocurría en este club desde el 6 de enero de 2008, cuando un Sevilla-Betis (3-0) provocó el último lleno absoluto en Nervión. Era la temporada 07-08 y el Sevilla estaba en plena remontada a las órdenes de Manolo Jiménez tras las recordada espantada de Juande Ramos.

Las dudas del Valencia

El Sevilla iniciará el partido ante el Barcelona a un punto de su inmediato antecesor en la tabla, un Valencia que, gracias a su competitividad, sacó un empate de San Mamés. El gol en el minuto 90 de Aduriz puede crear nervios en Mestalla. La distancia, pase lo que pase el sábado, es corta.

Números de récords

El fútbol podrá convencer a unos más y a otros no tanto, pero las cifras no mienten y el rendimiento del Sevilla con Emery no admite discusión alguna por parte de nadie. La mayor puntuación (61 puntos) con 30 jornadas de Liga disputadas de toda la historia del club, los 14 meses sin perder un partido en casa, las siete victorias consecutivas que no enlazaba desde 2009 con Jiménez... Todo hace que el que estaba reticente acabe enganchado a una dinámica sin remisión ganadora que no permite escatimar ningún mérito al trabajo del entrenador y su amplio equipo de colaboradores.

Esto no era del todo así hace unos meses, cuando Emery seguía siendo discutido por un sector de la grada pese a los resultados y la clasificación del equipo, a la estela de los grandes y en lucha con el Valencia por la cuarta plaza.

Dominio y registros

Más allá del duelo ante el Levante, en el que la afición ha llegado a entender que en todos los campos no se puede jugar igual y es necesario saber sufrir, el Sevilla ha demostrado solvencia futbolística y numerosos registros para dominar los partidos y llevarse el gato al agua. El sosiego con que la hinchada asistió el pasado sábado al triunfo sobre el Athletic, un equipo que llegó a Nervión avalado por cinco victorias seguidas, ha levantado los ánimos mucho más. El sevillista, además, ha visto cómo su equipo es capaz de interpretar de un partido para otro varios esquemas de juego, con variantes según el rival, con automatismos que la plantilla ejecuta dando la sensación de tenerlos totalmente asimilados. Alternativas como las de Iborra en el juego directo o Banega para el fútbol de tiralíneas, un capítulo en el que también se apunta Reyes tras su exhibición el martes.

'Suplentes' enganchados

No pueden considerarse así, pero las alineaciones de Emery sí pueden otorgarles ese rol. La respuesta tanto del utrerano como de Gameiro ante el Levante, los dos hombres que sellaron la suma de los tres puntos, pone de manifiesto que el vasco tiene una plantilla en su mayoría enganchadísima. Reyes no era titular desde el partido ante el Elche y no hay que descartar su presencia ante el Barcelona habiendo jugado sólo 60 minutos en Valencia. Futbolistas sobre los que hubo dudas y que han acabado calando como Kolodziejczak o la apuesta por Sergio Rico... Todo influye para que la gestión del material humano que lleva a cabo el técnico sea menos discutida que hace algún tiempo, cuando la afición reclamaba más minutos para Iago Aspas y Deulofeu. Denis Suárez, un hombre que parece haberse quedado atrás, apenas se echa de menos. Y ni las lesiones, otra vía de escape para los descontentos, puede ser motivo de crítica. Sólo Beto está en el dique seco, con Mbia ya listo.

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