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María Antonia Trujillo

"Yo parí el Ministerio de Vivienda que ahora ha sido enterrado"

  • Fue la primera ministra de Vivienda, una de las grandes apuestas de Zapatero. Defiende su gestión y dice que "lo único que se hizo fue durante mi etapa".

FUE ministra de Vivienda, un Ministerio que esta semana ha quedado extinguido. Pero María Antonia Trujillo centra ahora su actividad en el Congreso de los Diputados. Nos recibe en su despacho de presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca. Es una mujer convencida de sus ideas, que defiende su pasado y mira adelante.

-¿Le parece bien que supriman el Ministerio de la Vivienda?

-Mi opinión es que no había que suprimirlo, sino mantenerlo con más competencias para afrontar mejor la crisis de la vivienda. Pero también digo que, tal como estaba ahora, no tenía sentido. En junio de 2007, cuando yo lo dejé, ya habíamos tocado techo. Poco más se podía hacer sin tener más competencias. Siento mucho la desaparición del Ministerio. Yo lo parí y ahora lo han enterrado.

-¿Cuál es el origen del problema de la construcción en España?

-Es un problema recurrente. La construcción residencial afronta una situación muy grave. Hay un stock de viviendas sin vender, que se estima entre 700.000 y un millón. Si se adoptaran medidas para dar salida a ese stock, la recuperación de la crisis llegaría antes. Es el gran problema de la economía española, porque se ha basado en ese modelo y cambiar a otro más competitivo es difícil. Requiere tiempo, formación y financiación.

-¿Vio venir la burbuja inmobiliaria, cuando era ministra?

-En 2004, cuando comenzamos en el Gobierno de Zapatero, los indicadores decían que el precio de la vivienda ya había tocado techo. Aún crecía, pero menos. Adoptamos medidas tan importantes como una nueva orientación del Plan Estatal de Vivienda y Suelo, para financiar el alquiler. La segunda fue una nueva Ley del Suelo y la tercera el Código Técnico de la Edificación para hacer una construcción más sostenible.

-Planteó también otras medidas en las que no le hicieron caso…

-En el ámbito fiscal se quedaron fuera algunas medidas que planteé y que hubieran sido importantísimas. Por ejemplo, proponía la equiparación en la deducción fiscal de compra con el alquiler, para favorecer el alquiler. No sólo en vivienda de segunda mano, sino de primera, y tanto en VPO como en vivienda libre. También planteé otras medidas. Hay que tener en cuenta que entre vivienda y suelo copan 107 tributos. Es lo que más fiscalidad tiene.

-¿Conviene apostar más por el alquiler?

-Sí, por muchas razones. Habría que potenciarlo porque es más accesible, y también por circunstancias del crédito, que ahora es más difícil, y para favorecer la movilidad geográfica laboral. El modelo de la vivienda que hay en España es diferente al que existe en otros países de la Unión Europea, por no hablar de EEUU y Canadá. España necesita un vuelco en la política de vivienda. El sector inmobiliario ya no será igual.

-¿Volvería a plantear los minipisos, o fue un error?

-Los minipisos eran una realidad cundo lo planteé y actualmente también. Hay que tener en cuenta lo que ocurrió. Yo estaba en Construmed, en Barcelona. Se habían presentado un prototipo de vivienda pequeña, me preguntaron y yo dije que había que adaptar la tipología de las viviendas a las nuevas estructuras familiares, con divorciados, personas que viven solas, etcétera. En la legislación de Cataluña, ya se permitían de viviendas de 12 metros cuadrados. Se hicieron titulares perversos y tendenciosos.

-Usted sigue defendiendo los minipisos

-Siempre he comentado que nos hubiera ido mejor si me hubieran hecho caso. Insisto en que no era una medida mía, sino que ya existían. La polémica sirvió para que se hablara de una tipología de vivienda que podía servir a diversos sectores de la sociedad. Esto hizo que firmara convenios para construir 10.000 viviendas universitarias pequeñas en alquiler, o con ayuntamientos para mayores y jóvenes.

-¿Está satisfecha de su gestión como ministra, pese a las críticas?

-Estoy muy satisfecha. Lo único que se hizo en el Ministerio de la Vivienda fue en mi etapa, y se puede demostrar. Las rentas básicas de emancipación tienen su origen en favorecer las ayudas al alquiler. La Ley del Suelo se hizo en mi mandato. En el Museo Nacional de Arquitectura cesaron al director en julio de 2007, cuando me fui, y el cargo ha estado vacante durante tres años. Todos los premios nacionales de viviendas y urbanismo fueron convocados en mi mandato. Le dimos impulso a las áreas de rehabilitación... Ojalá hubiera tenido un Ministerio sólo para gestionar.

-¿Y ahora qué es más urgente en la política de vivienda?

-Hay que sacar el stock inmobiliario, y eso necesita un tratamiento fiscal distinto. Se debería poner deducción por la segunda vivienda, no quitarla, y hasta por la tercera… Muchos ciudadanos no tienen acceso a créditos. También llegó a un momento en que las VPO eran más caras que algunas viviendas libres. Si pasa esto, hay algo que está mal.

-¿Qué le parecen los cambios en el Gobierno de Zapatero?

-Ha sido un gran acierto de Zapatero introducir esos cambios para dar una nueva proyección, con cambios de funciones y ministros que entran en posición clave. Yo destacaría sobre todo el ascenso de Rubalcaba a vicepresidente y la entrada de Ramón Jáuregui. Desde la Vicepresidencia, Rubalcaba verá reforzada su posición para conseguir el objetivo de acabar con el terrorismo de ETA y que dejen las armas. A Jáuregui lo conozco bien y sé que es una persona trabajadora y con experiencia. Su preparación será importante no sólo para coordinar a los ministros, sino también para las relaciones con los grupos parlamentarios, en un tiempo en el que hay que consensuar acuerdos.

-¿Y los restantes cambios?

-El ascenso de Trinidad Jiménez a Exteriores y la entrada de Leire Pajín en Sanidad son significativos y positivos. Rosa Aguilar le dará una cuota importante a Andalucía, y llevará más a la calle el trabajo del Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca. Valeriano Gómez tiene experiencia en la gestión laboral, que le servirá para las reformas que tiene por delante.

-¿Estos cambios tranquilizarán los ánimos en el PSOE?

-Van a ser positivos. Creo que es muy importante el cambio en la Secretaría de Organización, con Marcelino Iglesias. Para mí era el mejor presidente de comunidad autónoma que había en España. Aunque Leire Pajín, a la que yo apoyaba, también hizo una buena labor en el partido.

-¿Ve a Zapatero como candidato a presidente en 2012?

-Habrá que preguntárselo a él. Cuando lo diga, si dice que va a presentarse todos le ayudaremos en el partido. Y si dice que no se presenta, supongo que habría primarias, y eso sería bueno.

-En ese supuesto, ¿qué pasaría en el PSOE?

-Hay banquillo… El debate no necesariamente debería estar entre las jóvenes promesas y la vieja guardia. También hay otra generación, la de los que tienen entre 40 y cincuenta y pocos años, que es la mía, con gente como Jordi Sevilla, Cristina Narbona, Carmen Calvo y otros, que aún pueden ayudar mucho al partido.

-Pero algunos que me cita han caído más bien en desgracia, son los críticos…

-No son defenestrados. En mi caso, yo no soy crítica, sino que tengo criterio. Es fácil ser crítico, y es difícil tener criterio, que procede de la experiencia y la cualificación. Por eso, hablo de gente con criterio.

-¿Echa en falta a Rodríguez Ibarra en la política española?

-Por supuesto. Rodríguez Ibarra ha sido el presidente que ha transformado Extremadura. Es obra suya. Pero llevaba muchos años en la política, y consideró que había que dar un paso atrás. A gente así se la echa en falta en la política nacional. Es coherente, trabajador, progresista… Se debería recuperar.

-Suele decirse que el PSOE gana en Extremadura y en Andalucía por ser comunidades agrarias subsidiadas.

-No gana por eso. Ojalá se hubieran hecho en Extremadura planes agrarios de reconversión como el de los astilleros andaluces. El sector agroalimentario será estratégico, y estas comunidades, que perdieron el pasado, tienen la oportunidad de adaptarse para el futuro. Hace falta una agricultura más competitiva. Sin embargo, echo en falta un mensaje de Estado que sitúe a la agricultura como un sector estratégico para el país.

-Ya ha sido ministra, ¿a qué aspira en el futuro?

-La verdad es que en política llevo unos escasos 10 años. Yo pongo mi experiencia al servicio de mi partido. Hasta ahora, todo lo que he hecho ha sido distinto. Pensaba que me gustaría ser magistrada del Tribunal Constitucional, pero fui ministra, y eso te hace incompatible para otros cargos. Estoy satisfecha con lo que hice, y en el futuro lo estaré también.

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