El Ayuntamiento aumentó la semana pasada la altura de las catenarias del tranvía en la Avenida de la Constitución, ganando con esta intervención entre 10 y 45 centímetros, “lo máximo posible para que no falle la corriente”, explicó a Diario de Sevilla Carlos García Lara, director de Fiestas Mayores. Con este incremento, la altura pasará de los 6,05 metros actuales a 6,15 en su cable central y entre 6,40 y 6,50 en los arcos laterales. Esta nueva situación, posibilitará que la mayoría de las cofradías puedan discurrir sin demasiados problemas, aunque sigue habiendo seis corporaciones que tendrán que realizar algún esfuerzo para que sus pasos puedan pasar por este punto.

Desde las hermandades más afectadas, la Borriquita, el Amor, la Lanzada, las Siete Palabras, los Panaderos, la Quinta Angustia y la Carretería, se agradece la medida y el esfuerzo realizado por la  Delegación de Fiestas Mayores y el Consejo de Cofradías para buscar una solución, “aunque no sea suficiente del todo”, como explica Antonio Sánchez Padilla, hermano mayor de la Siete Palabras .

Dos de estas hermandades, la Lanzada y la Quinta Angustia, consideran que, además del impacto estético que producirá que los crucificados vayan bajados durante todo este tramo, pueden producirse algunos problemas con los horarios: “Habrá que ir mucho más despacio por la oscilación del Cristo y esto puede ocasionar que se produzcan retrasos”, explica Ignacio Respaldiza, hermano mayor de la Lanzada .

En la Quinta Angustia, con una altura máxima en su paso de 7,10 metros, tienen el problema añadido de que al bajar al crucificado éste queda a la altura de la Virgen, y por la oscilación que presenta la imagen le podría dar algún golpe a la dolorosa. “Nos preocupa mucho esta cuestión”, explica José Soto, diputado mayor de gobierno de la cofradía. En las Siete Palabras realizarán una medición el próximo día 29, cuando el  Cristo sea subido al paso, “aunque todo indica que tendrá que ir enterrado hasta los pies en el monte con el consiguiente perjuicio para la imagen”, señala Sánchez Padilla.

La hermandad del Amor sigue teniendo problemas sobre todo con la palmera de la Borriquita, según explica Luis Torres, su hermano mayor: “La palmera se puede bajar, lo que pasa es que las hojas caerían directamente sobre las imágenes. Lo mismo le ocurre a los Panaderos con el olivo, aunque su hermano mayor, Emilio Santiago, se resigna a “adaptarse a las circunstancias”. José María Sainz, de la Carretería, agradece el esfuerzo y asegura que “nos podremos ajustar a esta nueva medida”.