El criterio del Ayuntamiento ha girado 180 grados en apenas dos meses ante la fuerte presión ejercida por las hermandades para lograr una Semana Santa sin catenarias en la Avenida de la Constitución. Los pasos discurrirán, al fin, libres de cables en este tramo de la carrera oficial. El elevado coste que requiere la eliminación de las catenarias (125.000 euros) ha quedado en segundo plano; ahora el Ayuntamiento opta por la "sensibilidad" y prefiere desmontar el cableado para reducir los obstáculos y eliminar contaminación visual en el entorno de la Catedral.

Las continuas muestras de malestar y de indignación expresadas las últimas semanas por las hermandades han calado hondo en la Casa Consistorial, que el sábado pasado emitió por sorpresa un comunicado para anunciar que definitivamente las catenarias serán eliminadas de manera provisional en la Avenida, desde la Plaza Nueva hasta el Archivo de Indias, para facilitar el paso de las cofradías. Con esta medida "el Ayuntamiento muestra su sensibilidad para con la principal fiesta de la ciudad", explicaron fuentes municipales a Diario de Sevilla, para argumentar esta nueva decisión a pocos días del Domingo de Ramos.

Dos meses antes, el pasado 28 de enero, el Ayuntamiento descartó de manera tajante el desmontaje de las catenarias y esgrimió entonces el alto coste que supone esta operación para las arcas municipales: 125.000 euros. Hasta el pasado sábado el Ayuntamiento se mantuvo firme al respecto, pero ahora el criterio que tiene más peso es "la sensibilidad para con la principal fiesta de la ciudad". La clave de este giro del Ayuntamiento está en el dinero y en CAF-Santana, la empresa adjudicataria para la fabricación del tranvía definitivo que prescindirá de cables, ya que los vehículos funcionarán con baterías eléctricas y sin catenarias. Mientras que se fabrican estos convoyes, CAF-Santana se ha comprometido a correr con los gastos del desmontaje de los cables en Semana Santa: "El primer edil ha manifestado que, tras las conversaciones mantenidas con CAF, la empresa ha aceptado la petición de Tussam de sufragar estos gastos en tanto no tenga operativo el sistemas de trenes con baterías", según el comunicado emitido el pasado 28 de marzo por el Ayuntamiento.

Antes de alcanzar este acuerdo con la empresa adjudicataria, la concejal de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro, manifestó en varias ocasiones la negativa municipal al reclamo de las cofradías para eliminar el cableado del Metrocentro durante la Semana Santa. Es más, el pasado 22 de marzo, Prieto-Castro dejó claro a las hermandades que las catenarias "no se retirará en ningún caso", durante la celebración del Cabildo de toma de horas. La reacción de esta decisión provocó un rechazo en cadena en el mundo cofrade. Las hermandades advirtieron de manera reiterada la semana pasada de las múltiples complicaciones que pueden provocar los cables para los pasos: demoras de más de media hora en las estaciones de penitencia y un fuerte impacto visual para algunas cofradías. Es el caso, por ejemplo, de la Quinta Angustia, cuyo paso tiene una altura máxima de 7,10 metros (los cables están a 6,15 metros). La solución para esta cofradía a su llegada a la Avenida pasaba por descender el Cristo con el problema añadido que provocaría las oscilaciones de la imagen, que quedaría a la misma altura de la Virgen. La hermandad advirtió al Ayuntamiento del posible daño que podrían sufrir las tallas con esta operación. Pero ya no será necesaria. Los temores lanzados por las hermandades se han disipado este fin de semana. No habrá que descender ningún Cristo ni habrá que retrasar horarios ni será necesario marchar con lentitud para burlar los cables. Los operarios municipales comenzaron ayer a preparar la retirada de los polémicos cables.