La colección Bellver se inaugurará en el Pabellón Real a finales de 2016

El mecenas suscribe con el alcalde el protocolo de intenciones por el que sus fondos artísticos se expondrán en el edificio del 29, que tendrá que ser rehabilitado y acondicionado como museo.

La colección Bellver se inaugurará en el Pabellón Real a finales de 2016
La colección Bellver se inaugurará en el Pabellón Real a finales de 2016
Charo Ramos

24 de julio 2014 - 17:02

Mariano Bellver sigue acudiendo a diario al colegio que fundó en Sevilla, el San Juan Bosco, y demuestra una fortaleza y curiosidad envidiables a sus 87 años. Sin embargo, este venerable mecenas ha esperado mucho -"hasta 15 años de negociaciones con distintas instituciones públicas y bancarias", concretó- para donar a la ciudad su colección de arte, integrada por 943 piezas entre pinturas, esculturas y objetos decorativos. Ha sido un período largo y convulso, de promesas que nunca se concretaban en hechos, de sedes que se barajaban como espacios para evaporarse pasado cierto tiempo (así ocurrió con Monsalves, Santa Inés y Cajasol)... Pero la travesía por el desierto concluyó ayer, "un día feliz, muy feliz", según lo definió este bilbaíno afincado en la capital andaluza desde hace décadas al rubricar con el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, el protocolo de intenciones por el que sus tesoros artísticos serán expuestos en el Pabellón Real. El edificio, legado de la exposición iberoamericana de 1929, se barajó en 2007 como posible sede para la colección Carmen Thyssen -finalmente instalada en Málaga- y tiene como vecinos a los museos Arqueológico y de Artes y Costumbres Populares.

Ante Bellver, la esposa de éste Dolores Mejías y la presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, Isabel de León, que ha tenido un protagonismo especial en la negociación, Zoido se comprometió a que la colección abra sus puertas el 5 de diciembre de 2016, día en que Bellver cumplirá 90 años de edad. "Hoy mismo se comenzará a redactar el anteproyecto y seguidamente el proyecto, con el fin de que comiencen las obras de acondicionamiento del museo a la mayor brevedad posible y siempre con la colaboración del coleccionista para que el plan se adecue al fin al que se va a destinar", detalló.

El Pabellón Real fue construido para la Exposición del 29 en estilo neogótico flamígero según el diseño del arquitecto sevillano Aníbal González y pertenece al Ayuntamiento de Sevilla, que actualmente lo utiliza para el funcionamiento de unas unidades administrativas. El inmueble sufre una visible decadencia y hace seis años se redactó un proyecto de intervención -nunca ejecutado- para que recupere su estado original. De hecho, cuando estaba en la oposición, Zoido se comprometió a restaurarlo y ponerlo en valor.

En el citado proyecto se especificaba que las obras de intervención tendrían un coste de un millón y medio de euros y una duración de 16 meses. Ese expediente no se tuvo en cuenta ayer en el acto celebrado en el Ayuntamiento. El alcalde sólo informó de que el Consistorio ha previsto una partida de entre 600.000 y 800.000 euros para acondicionar el pabellón, "aunque la musealización del mismo requerirá una inversión mayor. Vamos a redactar inmediatamente el anteproyecto y, a partir de ahí, haremos el proyecto y consignaremos las cantidades", prometió Zoido.

La colección que Bellver dona a sus conciudadanos "gratuitamente y sin el menor interés económico", recalcó el mecenas, está integrada por 364 pinturas, 38 esculturas de madera, 19 esculturas de mármol, 156 piezas de cerámica y porcelana, 87 piezas de orfebrería y 105 piezas de mobiliario. El conjunto abarca un amplio período cronológico que va desde el siglo XVI al XXI. Entre las piezas estudiadas por expertos como Enrique Valdivieso, Juan Miguel González y Jesús Rojas-Marcos abundan las pinturas de temática costumbrista sevillana: lienzos de José Villegas, Sánchez Perrier, Alfonso Grosso, los Bécquer, los Cabral Bejarano, Gonzalo Bilbao, Rico Cejudo...

La elevada cantidad de piezas siempre fue el mayor escollo en las negociaciones, pues el coleccionista pedía que toda la obra se exhibiera en su conjunto. Fue éste un motivo de fricciones, por ejemplo, con el Museo de Bellas Artes de Sevilla, que proyectó dedicarle un ala de la sede de su ampliación en Monsalves a la parte más selecta de la colección de pinturas y esculturas.

Pese a que el tamaño del Pabellón Real es también pequeño para albergarla entera, el sueño de Bellver de no disgregar la colección será posible, avanzó el alcalde, "con una rotación de las piezas para lo que el propio Bellver se ha asegurado de que haya espacio suficiente para que permanezcan en los sótanos". "Y si hay alguna cosa que no se pueda poner, nos la quedaremos mi señora y yo en mi casa", apuntó el coleccionista.

Mariano Bellver subrayó que, con su donación, su esposa y él correspondían "a la acogida, el trato y el afecto que siempre nos han manifestado en Sevilla". Con su gesto, además, quieren contribuir "no sólo al enriquecimiento del patrimonio monumental de Sevilla, una de las ciudades más famosas del mundo por su acervo histórico-artístico, sino también ampliar su itinerario museístico y cultural y fomentar el turismo". Reconoció que había recibido en estos últimos años varias ofertas de varias capitales para alojar la colección, entre las que nombró Bilbao, Bakú (Azerbayán) y "otras ciudades andaluzas" que no concretó. "Pero mi ilusión y mi compromiso estuvieron siempre con Sevilla", declaró con orgullo.

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