Crítica de Música

Cuerdas barrocas en su laberinto

la hispaniola

XVI Noches en los Jardines del Real Alcázar. La Hispaniola: Ventura Rico, viola da gamba; Mercedes Ruiz, violonchelo. Programa: 'El alma en su laberinto' (obras de D. Gabrielli, F. Couperin, F. Geminiani, C.F. Abel, J.M.C. Dall'Abaco, M. Marais y S. Lanzetti). Lugar: Jardines del Alcázar. Fecha: Viernes, 28 de agosto de 2015. Aforo: Lleno.

Dos enemigos compartiendo escena. Y no para disputarse su hegemonía en la cuerda grave de la Europa del XVIII, sino para concertarse, para colaborar en un intento de dibujar sonoramente los afectos del alma (o eso pensaban los teóricos barrocos). El bajo de viola y el violonchelo coincidieron en unas décadas cruciales de la evolución artística europea, pero nunca fueron grandes amigos, ya que su espacio como instrumento de continuo era casi el mismo y aunque la viola partía con una ventaja considerable en cuanto solista, esta se fue invirtiendo y hacia 1740, la suerte estuvo echada: el futuro sería del violonchelo. La viola resistió aún unas décadas en Alemania, pero se fue diluyendo hasta su total extinción y posterior resurrección en la práctica magistral hace aproximadamente medio siglo.

Ventura Rico y Mercedes Ruiz contaron pues el reverso positivo de esta historia de adaptación evolutiva, y lo hicieron alternando los papeles de solista y continuo en un programa que se movió por las principales escuelas de ambos instrumentos y en el que el violonchelo asumió en lo esencial el papel jovial y vitalista, y la viola, el melancólico y elegíaco. Más allá de la indiscutible maestría técnica de ambos intérpretes, mostrada igual en las partes más virtuosísticas que en las más íntimas, en las intensas y profundas como en las extravertidas y ligeras, lo más destacable de su recital me pareció el sugerente juego de claroscuros desplegado, la variada paleta de timbres en continua transformación ofrecida y la laberíntica trama de referencias entre forma y fondo, entre luz y sombra, brillo y hondura en que presentaron una música que fue de lo bucólico a lo fúnebre, de la danza a la especulación con tanta naturalidad como detallismo.

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