Helena Arriaza

La tele antiadolescentes

Pantalla táctil

23 de noviembre 2015 - 01:00

LA televisión española no está hecha para los adolescentes. Hay una franja de edad comprendida entre los 10 y los 16 años que tiene pocas opciones a la hora de elegir qué ver en la tele. Para los más pequeños de la casa existe poca oferta, los programas familiares están de capa caída, aunque al menos existen canales infantiles en los que se emiten series de dibujos animados con los que entretener a los niños. Pero para adolescentes no hay nada. Es normal que lleguen a los colegios hablando de Sálvame, de Gran Hermano o de series inapropiadas para su edad. No tienen donde elegir y entre la seriedad de programas como los informativos, los debates y los concursos insípidos o el entretenimiento de otros formatos que le hacen sentirse adultos, se quedan con estos últimos. Lógico. Parte de culpa la tienen los padres, no vamos a negarlo, pero si hubiera más donde elegir no se llegaría a este punto.

Hace unos días pensé que por fin alguien arrojaba algo de luz en todo esto. Pero me equivoqué. Divinity anunció a bombo y platillo que llegaba a la parrilla Yo quisiera (foto), una serie para adolescentes sobre moda, amor, música y con Lucía Gil como protagonista. Una actriz ya conocida que sirve como reclamo para las niñas que han seguido a la chica Disney desde que eran pequeñas y han crecido con ella. Además de la actriz la cadena acertó con el horario de emisión, de ocho de la tarde a nueve menos cuarto de la tarde. Cuando no hay nada más que ver, justo antes de Cazamariposas y el resumen de Gran Hermano. Los teenagers en twitter se mostraban expectantes ante el estreno. Pero durante la semana de emisión que lleva la serie lo único positivo es la actriz protagonista. Sus fans alaban su trabajo, continuamente escriben sobre lo bien que lo hace y las ganas que tenían de que volviese a la tele. Pero sobre la serie, mejor ni hablar. La historia es como la argentina Violetta a la española. Y como casi todo lo que se adapta en la televisión de España, un desastre. Tenemos demasiado potencial que explotar y solo nos empeñamos en imitar al resto con medios que no son suficientes y desaprovechando los nuestros. La historia no puede ser más plana. La chica que se infravalora se enamora del chico guapo, el chico pasa de ella, pero al final terminarán juntos. Mientras ella lo pasa mal, envidiará a la chica de la que su amor está colgado y se desahogará con su mini pandi de amigas. En cuanto a la imagen también es de lo más típico. Un joven alto, moreno, con músculos y atuendos con los que deja al descubierto sus brazos, que sabe tocar la guitarra y tiene una voz que no suena mal. Ella, una chica que cuando se viste bien, se peina y se maquilla forma la pareja perfecta con su amor. Todo esto con una continua banda sonora que canta de la forma más cursi al amor. Viendo productos de ficción así nada más pienso en la cantidad de oportunidades que se pierden para hacer las cosas bien. En lugar de hacer productos más atractivos para adolescentes con los que aprendan y vayan más allá del amor las productoras y cadenas se estancan y estancan a su público.

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