Sevilla

Un bar de la Alameda acumula más de 200 denuncias por ruido desde 1996

  • Los vecinos del café Piola denuncian que se incumple la legislación de veladores y el horario de cierre

Un bar de la Alameda de Hércules, el café Piola, acumula al menos 200 denuncias por ruidos y por la colocación de veladores desde el año 1996. Tras pasarse años sin licencia de veladores, el negocio obtuvo el permiso en el año 2009. Varios vecinos llevan años denunciando las presuntas irregularidades del bar ante distintos organismos e instituciones.

Se han puesto decenas de denuncias en la Gerencia de Urbanismo, responsable del control de los veladores, y otras tantas ante Medio Ambiente, delegación municipal encargada de controlar el nivel de ruido emitido por el negocio. También hay múltiples expedientes abiertos por la Policía Local, así como quejas ante el distrito Centro y el Defensor del Ciudadano.

Durante el mandato anterior de PSOE e IU, algunos de los vecinos llevaron el caso al PP cuando éste se encontraba en la oposición. Los populares incluso formularon varias preguntas ante la comisión de ruegos y preguntas del Ayuntamiento de Sevilla relacionadas con el control de este negocio, sobre todo a raíz de que el ex primer teniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos presentara allí un nuevo modelo de veladores en el año 2008. En aquella época, el bar Piola no sólo carecía de licencia para instalar veladores, sino que contaba con dos órdenes de retirada de los mismos emitidas por el servicio de disciplina urbanística de la Gerencia de Urbanismo.

Los denunciantes cuentan con varias mediciones de ruido, tanto públicas como privadas, en las que quedó acreditado que se superaban con creces el nivel permitido. En una de ellas incluso se superaba este límite en un 84%. Las mediciones privadas acarrearon a los denunciantes un gasto de 1.200 euros, a los que hay que unir varios miles de euros invertidos en el cambio de ventanas para insonorizar las viviendas.

Tras las más de 200 denuncias y recursos ante la administración, los vecinos decidieron acudir a la vía judicial, en la jurisdicción de lo contencioso-administrativo, que tras varios años de espera ha señalado el juicio para noviembre de 2013. Los denunciantes piden que se cumpla la normativa y no han solicitado ninguna indemnización económica, al considerar que el daño que llevan sufriendo desde hace casi veinte años no puede compensarse con dinero. Los denunciantes no confían en que la nueva ordenanza de veladores resuelva el problema. La mayoría de los propietarios de viviendas del bloque se han marchado del mismo.

El Ayuntamiento asegura que ha realizado varias inspecciones al bar, en algunas de las cuales se ha detectado que se exceden las limitaciones de la licencia de apertura, como elementos musicales de los que se ha ordenado la retirada. Este periódico contactó con el propietario del bar, que no quiso hacer ninguna declaración hasta tratar el caso con su abogado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios