Nuevo curso y viejo problema. Los colegios sevillanos vuelven a verse obligados a utilizar el personal de apoyo, destinado a alumnos con necesidades educativas especiales, para sustituciones. Así se refleja en la encuesta realizada por la confederación de asociaciones de padres de alumnos de centros públicos, Fampa Nueva Escuela, tras la consulta a un centenar de AMPA. En ella, sólo el 20% de las participantes denunciaron que se tardó o no se cubrieron las bajas del profesorado y del personal de administración y servicios (PAS) en el arranque de las clases.

Esto supone cierta normalización en el inicio de curso, aunque el mayor problema detectado en la plantilla docente es el uso del profesorado de apoyo para funciones que no le son propias. De este modo, el 70% de las AMPA consultadas aseguran que los docentes de su centro educativo destinados, en principio, al apoyo didáctico han sido empleados por la dirección del colegio para cubrir bajas. De este porcentaje, el 10% afirmó que sólo se ha usado para sustituciones y el 60% para ambas tareas.

Uno de los datos que destaca dicho informe es que el 70% de los centros participantes en la encuesta cuentan con monitoras de apoyo para los alumnos de segundo ciclo de Infantil (de 3 a 6 años), algo a destacar, ya que este personal es contratado en su mayoría por las administraciones locales, pese al precario estado en el que se encuentran las arcas municipales por la crisis.

En el 70% de los centros que tienen escolarizados alumnos con necesidades educativas especiales disponen de profesorado especialista en pedagogía terapéutica y logopedas. El 30% de los encuestados carecen de dicho personal.

Respecto a los servicios escolares, el que recibe más críticas por parte de las AMPA es el comedor. Aunque el 80% asegura contar con él, buena parte de los participantes en el informe critican que la oferta de plazas se ha quedado pequeña para atender el aumento que ha experimentado la demanda de dicho servicio, ya que con él muchas familias garantizan en esta difícil coyuntura, al menos, una comida para sus hijos. Esta falta de adecuación a las solicitudes contrasta con el decreto que aprobó el Gobierno andaluz esta primavera, con el que se pretendía dar tres comidas a los menores en el colegio.

En cuanto al aula matinal, este servicio lo usan una media de 50 alumnos, mientras que en el transporte escolar sólo un 10% señala "problemas puntuales". El 20% de los encuestados critican la falta de vigilantes durante las actividades extraescolares.