El descarrilamiento del tren Madrid-Cádiz ocurrido la tarde del domingo en las inmediaciones de la estación de Santa Justa mantenía ayer cortada la circulación ferroviaria en esta vía convencional. Renfe diseñó un plan alternativo que se puso en marcha durante toda la jornada y que seguirá activo hasta que se reparen las vías afectadas por el descarrilamiento.

Durante la tarde de ayer, el tren quedó encarrilado después de que los operarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) retiraran la mayoría del convoy y dejaran únicamente el vagón descarrilado en las vías. Fuentes de Adif informaron durante la tarde que las vías 1 y 2 de acceso a la estación de Santa Justa quedaron "bastante dañadas". Una de ellas será reparada al mediodía de hoy, mientras que la otra tendrá que esperar unos días porque hay que cambiar un tramo entero del tendido férreo.

De momento, está suspendida la línea circular de cercanías C-4, que une Santa Justa con el Palacio de Congresos. Los viajeros de esta línea disponen de la C-1, que utiliza una vía alternativa y para en el Palacio de Congresos y Padre Pío-Palmete.

La línea C-1 (Utrera-Santa Justa-Lora del Río) presta el servicio habitual entre Utrera y Santa Justa, pero utiliza una vía alternativa por La Negrilla para continuar su ruta. La C-3 (Santa Justa-Cazalla/Constantina) circula utilizando una ruta alternativa para entrar y salir de Santa Justa, también vía La Negrilla.

Los pasajeros de los trenes Sevilla-Huelva son transbordados por carretera entre Santa Justa y Camas para seguir luego en tren. Los que se dirigen a Córdoba y Jaén también utilizan una vía alternativa para entrar en Santa Justa, al igual que los trenes que cubren el trayecto Sevilla-Llerena. En cuanto a los trenes de larga distancia, los más afectados son los Alvia Madrid-Cádiz. Los viajeros son llevados por vía AVE hasta Sevilla y desde allí continúan su camino en un transporte alternativo (tren o autobús) hasta su destino.

El descarrilamiento no afecta a los AVE, que utilizan vías distintas. Sin embargo, numerosos trenes de alta velocidad sufrieron ayer retrasos importante por la limitación de circular a 160 kilómetros por hora impuesta por precaución, debido a la presencia de nieve en el recorrido hacia Madrid. Esto hizo que durante toda la jornada la demora oscilara entre los diez y los treinta minutos al llegar a Madrid o a Sevilla procedente de la capital de España. En estos casos, Renfe no devuelve el importe del billete, ya que el retraso obedece a causas ajenas a la compañía.

El temporal también afectó al tráfico aéreo. Por la mañana se cancelaron cinco vuelos entre Sevilla y Madrid (los de las 7:00, 10:25 y 17:35 con origen en la capital andaluza y los de las 9:45 y 16:50 que debían haber partido desde Barajas). Debido a la niebla, un vuelo procedente de París-Orly y que debía llegar a Sevilla a las 9:45 fue desviado a Málaga, mientras que otro vuelo Sevilla-París fijado para esa misma hora sufrió un retraso de casi tres horas.

Por la tarde se registraron seis retrasos más. Un vuelo procedente de Madrid que tendría que haber llegado a 12:50 lo hizo a las 17:56, por lo que su inverso, que salía para Madrid a las 13:30, lo hizo al final a las 19:05. Se retrasó otro procedente de Santander, que tendría que haber llegado a las 14:50 y aterrizó a las 18:14, y su inverso, Sevilla-Santander, que debía salir a las 15:30, lo hizo a las 18:40. Un vuelo procedente de Barcelona tenía prevista su llegada a las 17:35 horas y aterrizó a las 19:37, por lo que el Sevilla-Barcelona, que debía salir a las 17:05 no partió hasta las 20:20.

Después de que el domingo se cortaran once carreteras por la nieve, la Dirección General de Tráfico reabrió ayer todas las vías de la Sierra Norte que habían estado cerradas por nieve. Se permitía la circulación pero con precaución. La última carretera en la que se levantó el cierre fue la A-476, en el Castillo de las Guardas, que se reabrió a las 13:27. Antes se habían ido abriendo vías en Cazalla, el Cerro del Hierro, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción, La Puebla de los Infantes y El Pedroso, de forma que los turistas atrapados en la nieve pudieron regresar a sus casas.