Que el Sevilla de Unai Emery haya despegado por fin y, según parece, haya encontrado definitivamente una línea regular y competitiva, no quiere decir que desaproveche la inminente reapertura del mercado para reajustar su plantilla. Y en ello anda.

El primer nombre, por el peso específico que atesora en el equipo, es el de Diego Perotti. Sabido es que el argentino no atraviesa por sus días más felices en el Sevilla y que su desencuentro con parte (una minoría eso sí) del sevillismo ha abierto la puerta a su posible salida. Y los movimientos ya han empezado. Según fuentes muy cercanas al club de Nervión, el Shakthar Donetsk ya ha realizado una oferta por hacerse con sus servicios este mismo invierno.

El jugador tiene sus miras puestas en el fútbol inglés -allí ha sido relacionado con el Tottenham y el Arsenal-, que es el que más le seduce, pero el Shakhtar ucraniano es un club consolidado en Liga de Campeones y que paga bien.

Perotti partía este verano con muchos galones en el vestuario después de la marcha de pesos pesados como Palop, Jesús Navas o Negredo. De hecho, junto a su amigo y paisano Fazio es de los jugadores más antiguos en la primera plantilla. Pero su situación se ha enrarecido mucho y no hay manera de reconducirla. Ante el Friburgo, el 3 de octubre, tuvo un feo gesto a la grada tras convertir su gol de penalti. Y después de marcar de falta al Slovan Liberec, el pasado 7 de noviembre, hubo división de opiniones entre los aficionados, lo que llevó al jugador a replantearse su futuro en el club. "Si las cosas siguen así, no me va a quedar otra que dar un paso al costado y en enero ver si hay alguna salida. A mí tampoco me gusta jugar así, no es lindo para nadie; si la gente sigue de esa manera quizá sea el momento de cambiar de aires", soltó en RNE. El Sevilla, vista la situación personal del chaval y la buena cotización que aún mantiene en el mercado (entre 7 y 9 millones de euros), y analizando que su puesto está cubierto por otros jugadores, no va a poner traba alguna a la operación si el protagonista acepta la oferta que más le seduzca.

Otro jugador que mira de reojo a la puerta de salida es Juan Cala, que no termina de contar con la plena confianza de Unai Emery. Osasuna pretende llevarse en la reapertura del mercado al lebrijano, que cuenta con alguna opción más para irse unos meses antes, incluso, de que agote su contrato con el club de Nervión el próximo 30 de junio. Lógicamente, que el defensa acabe contrato en unos meses hace más interesante la opción de Juan Cala para clubes que no pueden desembolsar dinero en concepto de traspaso.

La probable partida del canterano va ligada a la pretensión del club sevillista de contratar a un central que refuerce la retaguardia en la segunda mitad de la temporada. La confianza en el nivel de Fazio, Nico Pareja y Carriço es plena -con el apoyo ocasional de un lateral como Fernando Navarro o un medio como Iborra-, pero comprobada está la propensión de los tres centrales a sufrir lesiones.

Finalmente, otro jugador que seguramente va a cambiar de aires en las próximas semanas es el rumano Rusescu, al que se pretende ceder siempre que el club interesado asuma la ficha que percibe el delantero, que apenas ha disfrutado de seis minutos en 15 jornadas de Liga. Son varios los equipos que ya se han interesado en el ex jugador del Steaua de Bucarest.