Monchi continúa el rastreo

Mientras se da por hecho el traspaso de Rakitic al Barcelona, a falta de la oficialidad, Monchi continúa trabajando en diversos frentes para acelerar la planificación. La prioridad es reforzar el mediocampo con más de un futbolista, puesto que la dirección deportiva debe cubrir el importante hueco que deja el internacional croata. Sin Rakitic, Unai Emery necesitará más de un hombre sobre el que recaiga el protagonismo de la creación de juego que tenía el capitán y el rastreo que está llevando a cabo Monchi es bastante amplio.

El director deportivo sabe que el margen de error en una pieza tan importante es muy escaso y por ello ha abierto el abanico. Desde Argentina continúan informando del fortísimo interés del Sevilla en el medio centro Lucas Romero, perteneciente a Vélez Sarsfield. Según el diario Olé, a los nervionenses les ha salido un gran competidor en el Valencia, por lo que el club de Vélez puede hacerse fuerte y no bajar de los ocho millones de euros que está pidiendo por el jugador, una cantidad muy elevada para un futbolista que no deja de ser una promesa de apenas 20 años. El Sevilla hará un buen desembolso para cubrir una parcela en la que necesita acertar, ya que la medular sevillista se quedará huérfana de su líder natural. Pero no puede dilapidar el dinero en un futbolista que, pese a su prometedora progresión, puede pagar su condición de novel en Europa.

Otro nombre que ha sido vinculado al club de Nervión es el del internacional chileno Carlos Carmona, un medio centro mucho más hecho a sus 27 años que será rival de España en el Mundial. Su representante se ha encargado de airear desde Brasil que el Sevilla ya ha realizado una oferta de 5 millones por el jugador, pero que su club propietario no baja de 10 millones. La diferencia es enorme como para que progresen las negociaciones.

De corte más defensivo y de un perfil económico asequible, pues termina contrato con el Montpellier en junio de 2015 y está tasado en 3,5 millones, está Stambouli. El central reconvertido a medio de cierre del equipo francés tiene 23 años y un importante margen de crecimiento. Ha jugado 37 partidos de la Ligue 1 (2 goles) y ha sido internacional sub 21. Si el Sevilla lo quiere de verdad, debe hilar fino ante la posibilidad de que le surjan competidores.

Entre tanto, el culebrón de Rakitic llega a su feliz final. Ayer los clubes no tuvieron tiempo, como hubiesen deseado, de darle carta de oficialidad a su traspaso antes de su debut en el Mundial. El pase de Cesc al Chelsea y la negociación por Denis Suárez lo retrasaron. El joven gallego arribó anoche a Sevilla para pasar el reconocimiento médico hoy y firmar en Nervión. La cesión será por dos años y la opción de recompra por el Barça subió a 12 millones.