-Es el primer capitán y está jugando menos de lo habitual...

-Bueno, menos de lo habitual... Siempre quieres jugar más, pero luego ves los números y en minutos jugados soy el noveno del equipo. La gente se fija más en la Liga (12 partidos), pero en total llevo 25 partidos, 23 de titular. Estuve un tiempo sin ir convocado, fue una racha que no me esperaba. Lo que he hecho es prepararme para cuando entrara dar el máximo rendimiento.

-¿Pesa el brazalete del Sevilla? Antes lo llevaron Rakitic, Negredo, Palop, Jesús Navas, Kanoute, Renato, Daniel...

-Ya no sólo el brazalete. Jugar en el Sevilla requiere un compromiso y una exigencia personal y profesional grande. Ahora soy el capitán, el que lleva más tiempo, y tengo la responsabilidad de ayudar a los nuevos. Aunque no sea sevillano ni sevillista de cuna, siento el club muy dentro, e intento transmitir lo que significa jugar en el Sevilla y la responsabilidad que conlleva.

-¿Y qué significa?

-Para mí significa mucho jugar en el Sevilla. Por la posibilidad que me dio de dar un salto en mi carrera, por la pasión con que viven los sevillistas el club, que lo hacen muy suyo. Ves que la gente puede sufrir o tener alegrías con tu trabajo y jugar en el Sevilla me lo tomo como un ejercicio de responsabilidad. En otros clubes no hay este fervor que tiene la ciudad con sus cosas, con el Sevilla en este caso, con la Semana Santa, con la Feria... Todo lo vive al máximo y jugar en el Sevilla debe responder a eso.

-¿Qué visión tiene del equipo en su séptima temporada?

-En estos dos últimos años ha habido una reconversión, un resurgir a nivel deportivo. Cuando vine recuerdo la plantilla y... Palop, le dijeron a De Sanctis que no contaban con él, Dragutinovic, Escudé, Adriano, Maresca, Renato, Luis Fabiano, Kanoute, Kone, que habían pagado por él..., Jesús Navas, Capel, Romaric... Tantos nombres juntos así es complicado que vuelva a tener.

-El modelo es de constante cambio... sin bajar la exigencia.

-El año pasado creo que hubo 13 nuevos y este año 8 ó 9. No es fácil, porque el sentimiento de equipo es difícil crearlo. La única forma de sobrevivir económicamente es reinventarse, vender y volver a reinventarse otra vez.

-¿Y es posible competir así con el Atlético y el Valencia?

-A ilusión, sí; y a sacrificio, también. Pero luego hay una cosa objetiva, que es la inyección económica. En el Atlético se ha ido Diego Costa, Filipe Luis... y ha fichado a Mandzukic, Griezmann por 30 millones de euros, Moyà, Siqueira... Y el Valencia, ¿cuánto se ha gastado, 120 millones de euros? El Sevilla no sé ni cuánto se ha gastado, ¿15 ó 20? Es mucha diferencia. Pero en ilusión y trabajo lo igualamos. A ver si con el reparto nuevo de televisión...

-¿La Champions sigue a tiro?

-Es difícil. Ellos sólo tienen una competición desde el principio. Jugar muchas competiciones es bonito, la plantilla está viva. Pero hay muchas lesiones, bajas, estrés. No hay nada perdido, y pelearemos hasta el final.

-¿Sería un palo para la afición no jugar la Champions?

-La afición también tiene que ver de dónde venimos. Lo del año pasado fue increíble, muy difícil de repetir. Y dos años atrás habíamos quedado el noveno, con 50 puntos. Hay que recordar lo mal que lo pasamos con dos años seguidos fuera de Europa.

-El Villarreal, bajo un modelo similar, juega más bonito.

-Yo no estoy de acuerdo. El Villarreal juega al contragolpe y nosotros jugamos a la posesión. Si en casa nos ponemos a jugar al contraataque a la gente no le gustaría. Aquí con Marcelino lo intentamos en su día y no salió bien, a pesar de que Marcelino es un gran entrenador. Yo creo que nuestra apuesta es más atractiva.

-¿Por qué cree que no triunfó aquí? En el Villarreal tiene menos presión...

-Marcelino es muy trabajador, muy fiel a sus ideas. Yo disfruté mucho como defensa con él, porque trabaja muy bien la organización y el sistema defensivo. No sé si no tenía los jugadores idóneos para su fútbol, o porque había demasiada exigencia, o porque veníamos de donde veníamos... La pena es que no salió.

-¿Qué hubo de su relación con Kanoute y Palop?

-No creo que tuviera mucho que ver. Conmigo tuvo un trato fantástico, me hizo subir el rendimiento y tampoco vi ninguna cosa rara de fricciones ni nada.

-¿El Sevilla compite mejor que el Villarreal o es un tópico?

-El Sevilla, históricamente, es más importante que el Villarreal, y eso es una carga que te hacen saber cuando llegas. El Villarreal lleva en la élite 15 años y el Sevilla tiene una historia muy grande detrás, tiene un pedigrí.

-¿Emery es el entrenador idóneo para el modelo de cambio continuo y alta exigencia?

-Una de las cosas que destaco de Unai es su capacidad de trabajar, analizar y sacar rendimiento a sus jugadores. En un club sin la inyección económica de otros es muy importante tener a alguien liderando que saque el máximo de sus jugadores y que sea muy autoexigente consigo mismo.

-¿Cómo es su relación con él?

-De respeto mutuo. He jugado muchos partidos con él. Me hubiera gustado jugar más, sí, igual que todos los jugadores. El respeto te lo ganas con el trabajo. Él tiene mi respeto por su trabajo y seguro que él lo tiene por el mío. Tiene una manera de jugar y a lo mejor no soy el prototipo de lateral que tiene en su cabeza. El año pasado al final jugué 39 partidos.

-¿Está en un momento de madurez, en defensa y en ataque?

-Yo me encuentro muy bien, sobre todo de ánimo. Llevo 25 partidos y creo que el míster confía en mí. A nivel mental estoy muy motivado y cuanto más juegas mejor te encuentras. Cuando pasas de los 30 lo más importante es la cabeza, seguir con ganas de competir y creo que voy bien. Al final la cabeza lleva al cuerpo. Cumplo 33 en junio y no veo mucha diferencia con los 28 años.

-¿Nota ahora más cariño?

-Yo siempre me he sentido muy querido por la afición. Para mí lo más importante es que muestren respeto a tu trabajo. Y esta afición, cuando ve que te esfuerzas, nunca te reprocha nada. Eso lo llevan al máximo. Si eres honesto, te lo reconocen.

-También cuelga cartelitos...

-Forma parte del fútbol. Hay muchas etiquetas, no todas ciertas. Yo soy el primero que sé lo que tengo que mejorar. Yo recuerdo siempre una anécdota. El verano pasado una señora me paró por la calle y me dijo que me dejaran de sacar tarjetas. Y le dije: 'señora, ¿sabe cuántas tarjetas me sacaron? Seis en 39 partidos. Igual que cuando hice dos penaltis seguidos. La gente piensa que he hecho 300 penaltis, y creo que llevo cinco en 330 partidos en Primera. Está bien para un defensa, ¿no? Forma parte del fútbol.

-¿Cómo ve la eliminatoria con el Villarreal?

-Complicada. Ellos están bien y es un equipo difícil, que juega a una cosa diferente que nosotros. Tiene un sistema muy marcado de 4-4-2, juega al contraataque, y va a ser una eliminatoria complicada por la forma que tiene de plantear los partidos.

-El Sevilla llega después de eliminar al Mönchengladbach, cuando pocos confiaban en él.

-Hay que darle mérito a esa eliminatoria. Era una eliminatoria muy fastidiada, con la vuelta en Alemania. Jugaban muy bien al fútbol y la gente creía que era una banda. Pero teníamos confianza.

-¿Eliminar al Borussia les da fuerza ante el Villarreal?

-Sí, porque fue una demostración ante un gran equipo. El partido de aquí, ganando 1-0, fue muy importante, y la victoria allí reforzó al equipo.

-¿Qué porcentaje de favoritismo le da al Sevilla?

-Yo le doy al Sevilla el 51% y el 49% al Villarreal, porque somos los campeones y porque jugamos la vuelta en casa. Me voy a otorgar el uno por ciento ese, pero sabiendo que va a ser supercomplicado. Hay que mirar también la trayectoria de los equipos. Son muy verticales, arman con velocidad el contraataque y tienen una buena estructura de equipo. Y me alegro mucho por la temporada que está haciendo Denis (Cheryshev). Aquí no tuvo suerte por las lesiones, pero fue un compañero fantástico y me alegro mucho.

-¿Por qué cree que le pitó la afición en el partido de Liga?

-A nosotros también nos sorprendió. Simplemente las lesiones le impidieron demostrar lo que está demostrando ahora.

-¿Cree que la afición del Sevilla tiene poca memoria?

-En el fútbol no hay memoria, ninguna. Sólo cuando falta algo te acuerdas de lo que tenías. Hace 15 días querían renovar a Ancelotti y ahora le meten caña... Es normal que la gente se olvide de dónde venimos, pasa en todos los equipos.

-¿Que el Villarreal no sea un equipo europeo puede restar público en Nervión?

-No, ellos saben lo importantes que son. Llevamos 28 partidos en casa sin perder, y sin ellos habría sido muy complicado sacar tantos partidos. La afición sabe que en los momentos que la necesitamos siempre está ahí. Cuando el equipo nota el empuje da más.