Generosas huestes del toreo

Festival benéfico en la Puebla del Río

El Juli se destapó como un maestro del rejoneo. Montando a 'Oro', fue jinete platino.

Foto: Vicente Medero
Foto: Vicente Medero
Luis Nieto

13 de octubre 2013 - 23:04

En campaña solidaria, las huestes del toreo -Morante, El Juli y Talavante repetían al día siguiente de Sevilla- se entregaron con generosidad en otro festival benéfico en La Puebla del Río. En ésta ocasión la recaudación irá destinada a Cáritas, ANEF y el niño Borja Cabello, con problemas por una enfermedad grave. Toreo a pie y rejoneo en tierra en la que ese soplo de Dios, esa ballesta que corta el viento, ese guerrero de anillos dorados, que es el caballo, se convirtió en figura predominante del espectáculo. Por eso, no faltaron en el paseíllo dos Centauros de la Puebla -Ángel y Rafael- y dos jinetes benjamines que ejercieron de alguacilillos en la entrega de trofeos.

Los tendidos de la portátil, abarrotados en tarde algo calurosa. Las localidades se habían vendido el primer día que salieron a taquilla y el ambientazo, superior, proclive a la diversión, se mantuvo a lo largo del festejo en el que las figuras del toreo -como ya habíamos oído- no sólo tomaron capote y muleta, sino que manejaron las riendas con soltura en el arte del Marialba.

Abrió plaza Lea Vicens. Algo inexplicable. Por cuanto había otro rejoneador, Diego Ventura, con mayor antigüedad, aunque en esta ocasión ejerció como torero a pie. Francia presente a través de Lea, esta joven gala que se ha criado taurinamente con los Peralta, y que se las vio con un ejemplar con bondad, pero escasísimas fuerzas. En su desigual faena descolló un par al quiebro.

Morante, que junto a Ventura han sido los pilares en la organización de este festival, imprimió altos vuelos a una media en el toreo de recibo. A lomos de Remate, realizó un trasteo a caballo de bastante nivel, en el que cuajó un par a dos manos. Pie a tierra, cinceló unas bellas trincherillas antes de matar.

El Juli se destapó como un maestro del rejoneo. Sobre el caballo 'Oro', el madrileño fue jinete platino. Habíamos escuchado que montaba bien. Pero otra cosa es rejonear. Y cómo rejonearía don Julián, que puso a la plaza en pie en varias ocasiones, con ajustados y templados quiebros, valientes recortes y toreo de costado. En la suerte de dentro afuera dio la medida de un caballista de primera categoría. Gritos de "¡Torero, torero, torero!". Lástima que tras cuadrar al toro -pase del desprecio de cartel-, precisara varios envites con espada y descabello. En cualquier caso, fue la gratísima sorpresa del espectáculo y le concedieron las dos orejas y el rabo de su noble oponente.

El Fandi se estiró muy bien a la verónica. Como jinete, tras algunos tentativas fallidas en banderillas, se fue soltando y brilló en dos pares al violín, una de sus especialidades a pie.

Alejandro Talavante, quien por cierto salió vestido de charro, se fue confiando gracias a ese veteranísimo caballo que se llama Girasol, de la cuadra de Ventura, quien aportó la mayoría de las cabalgaduras. El extremeño cumplió y a pie destacaron unos ayudados antes de la suerte suprema.

Diego Ventura no toreó a caballo y realizó su faena completa a pie. Ratificó lo que sabíamos, que domina bien el capote y la muleta. Recibió al sexto con una larga de rodillas. El astado lo torearon al alimón Morante y El Juli. Y en banderillas participaron todos, a excepción de Vicens y Sobrino. La ovación fue clamorosa. La faena de Ventura, con un ejemplar muy justito de motor, estuvo presidida por el temple y el gusto.

Por último, el novillero Pablo Sobrino, gustó muchísimo por las buenas maneras que ofreció en el manejo de las telas y su decisión a la hora de estoquear en la suerte de recibir.

Esos son algunos apuntes a vuelapluma de una tarde en la que todo el mundo salió con una sonrisa. Por supuesto, tampoco cabe para el periodista un análisis crítico en este tipo de festejos solidarios. Porque sin duda, ayer, además de la aportación de los espectadores para las citadas causas, destacó el brillo de las huestes del toreo por su generosidad. Fue nuevamente a orillas del Guadalquivir, en La Puebla del Río.

Ficha de la corrida:

Festival benéfico en la Puebla del Río.

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