La sombra de Manel Comas es tan efectiva como alargada. En sólo dos semanas ha cambiado a un equipo hundido dotándolo de una identidad propia capaz de ilusionar, a base de sufridas, pero al fin y al cabo, victorias que han revitalizado la ambición de una plantilla que rebosa confianza.

Sin embargo, el Caja únicamente está haciendo el camino deshecho en la primera parte del campeonato, por lo que en el recorrido hasta la meta todavía queda mucho por andar. "Sacar pecho ahora sería de tontos, porque aún nos queda un duro trabajo", exclamó el barcelonés.

Con todo, el futuro se encara con más optimismo tras enlazar por primera vez en esta Liga dos triunfos consecutivos que, de paso, han servido para sacar a los cajistas de la zona de descenso. "De perder el sábado, hubiésemos tirado por tierra todo lo bueno que nos trajimos de Gerona. Contra Akasvayu no sólo ganamos el partido, sino que empezamos a recuperar la moral perdida. No sé qué pasaba antes, pero ahora el equipo sabe afrontar los finales ajustados. Antes no tenía respuestas y mentalmente, que es por donde muchas veces se ganan estos encuentros, somos más fuertes", explicó el entrenador catalán, que prefiere olvidarse de los números y centrarse en el día a día: "La gente habla de que la permanencia estará en 12 ó 13 victorias. Yo prefiero valorarla partido a partido, porque la igualdad de esta Liga puede dar todavía algunas sorpresas. El objetivo es lograr la tranquilidad lo antes posible y no pararnos ahí, porque tenemos algunos básket average perdidos (con el ViveMenorca y el Fuenlabrada, por ejemplo) y es mejor evitar cualquier problema, así que el choque de este domingo es decisivo para nosotros".

Una de las claves de la recuperación hispalense, al margen de la mano del técnico, ha sido la incorporación de Bennett, "un jugador de otra categoría". "Su DNI no cuenta, dejé de creer en esto de las edades con Meneghin, Creus y Brabender, que se retiró con 40 años. Mientras haya talento, ilusión y capacidad física es más que suficiente, y Elmer va sobrado de todo esto. Ha sido de los mejores bases de Europa en la última década, clave en todos los equipos en los que ha estado y debe aportar mucho a este Cajasol", señaló Comas, quien alabó la capacidad defensiva mostrada en estas dos jornadas: "Hemos aprendido a ganar sufriendo, aunque no siempre nos va a salir cara, así que tenemos que mejorar aún algunos otros aspectos para no llegar a estas situaciones".

Una de ellas es el rebote: "Es una obligación mejorar esta faceta, ya que tenemos que hacer valer nuestra envergadura para imponernos en esta faceta, aunque no es un problema exclusivo de la gente grande, porque el Manresa nos cogieron rebotes de todos los estilos. No podemos regalar tanto".