Cada encuentro se presenta como una nueva batalla para Pepe Mel y ante la Real Sociedad el técnico bético decidió cambiar su esquema para equilibrar el centro del campo, logrando una solidez que quizás faltó en otras citas que terminaron con dos frentes demasiado divididos. Mel se encontró con una mayor fluidez de juego y la certeza de que sólo el escaso rendimiento de algunas piezas frenó la posibilidad de una sentencia más tempranera.

La presencia de Igiebor en la medular abrió también la esperanza de que los laterales luzcan un atrevimiento como el reflejado en el primer tiempo, posibilitando variantes ofensivas que dañaron la salida de balón del rival.

Defensa

Álex Martínez apareció como el hombre novedoso. Seguro y solvente, su mayor aportación llega en ataque, cuando luce su calma para pensar y crear peligro. Además, sus atrevimientos tienen la confianza añadida de tener a Mario en el perfil izquierdo de la zaga, siempre valiente en la anticipación. Junto a Paulao, el juego aéreo nunca fue un peligro, aunque a su espalda se coló Carlos Vela con demasiada asiduidad.

Nelson crece con la presencia de tres medios y sin extremos claros. Aparece cerca del área rival y hace diagonales peligrosas.

Ataque

El balón apareció más con el esquema 4-3-3 del arranque. Beñat conectó con Igiebor y Pozuelo para profundizar, al tiempo que buscaba el aliento de Juan Carlos cuando la presión donostiarra aumentaba. Con el marcador a favor, se echa en falta más precisión y menos precipitación. Cañas se atrevió con pases largos imposibles y la salida al campo de Agra abrió espacios para la Real antes de que Rubén Pérez volviese a cerrar líneas en la medular.

La sensación de este Betis con espacios es simple. Logra cerrar puertas y lanzar contragolpes, aunque éstos rara vez encuentren buena definición. Juan Carlos llega al tramo final de los duelos sin aire y Agra tira de malas decisiones y se suele precipitar. Si Igiebor logra tomar un hilo más protagonista, puede ejercer de enlace con más poderío que Pozuelo, mientras todos esperan al Rubén Castro más en forma, el que ayer hubiese encontrado el camino del gol de forma anticipada.

Virtudes

Mel logró ganar más control de juego en ausencia de extremos.

Talón de Aquiles

La intensidad no es constante y el Betis concede ocasiones al rival.