Helena Arriaza

Batalla perdida

Pantalla táctil

12 de junio 2017 - 02:37

Que las cadenas (en especial las públicas) deberían adelantar el horario del prime time es una cuestión indudable desde el punto de vista de la responsabilidad. Pero que no les conviene hacerlo es un hecho. Hay que comenzar con la explicación de qué es el prime time en televisión. Es el horario de máxima audiencia. Pero hay otro término muy relacionado con este que cada vez cobra mayor relevancia, el access prime time. Es decir, lo que las cadenas emiten justo antes del horario de máxima audiencia. ¿Cuál es el objetivo de este último? Enganchar al espectador para mantenerlo justo después durante la emisión de sus series, películas y programas estrella.

La semana pasada desde el Senado hubo un reproche hacia TVE sobre este tema. La Comisión de Igualdad aprobó la propuesta del Partido Popular de tomar iniciativas sobre la necesidad de adelantar el horario del prime time para favorecer el descanso y la conciliación familiar. Pero es una batalla perdida. Ya no tiene sentido porque en este momento el access prime time se ha convertido en el nuevo prime time camuflado. Es casi más importante que los formatos estrella. Este es un claro ejemplo: En Antena 3 El Hormiguero consigue la mayoría de noches unos datos de audiencia espectaculares con los que resta audiencia a otras cadenas. El formato de Pablo Motos termina a eso de las once menos cuarto de la noche. Lo mismo ocurre con First Dates en Cuatro o El Intermedio en La Sexta. No será hasta esa hora cuando los espectadores que lo estén viendo y quieran disfrutar de programas y series de otra cadena cambien de canal. Si en La 1 series como El Ministerio del Tiempo comenzasen a las diez de la noche, ¿alguien dejaría de ver a Motos, Sobera y Wyoming por eso? La respuesta es casi nadie. Solo el fútbol y los realities de Mediaset son capaces de eso. Así que por mucho que el access finalizase a una hora más conciliadora en la pública la audiencia del prime time sería más baja. Por eso Hora punta, aunque no merezca el sitio que tiene en la programación, se mantiene en La 1 como una buena estrategia de cara a la cuota de pantalla que obtienen. TVE se ha justificado en alguna ocasión diciendo que es un programa importante como para recortar su duración. El problema es que engañan a la audiencia. No vale decir que un programa termina a una hora y que todos los días termine un cuarto de hora más tarde de lo anunciado. Esperan a que terminen sus competidores para que así los espectadores sintonicen La 1 y con eso le den más audiencia (no merecida) a Cárdenas. A ver si con el nuevo programa que le han dado para el verano y que se emitirá en prime time pierde adeptos. Por todo esto lo que se debería denunciar en primer lugar es el engaño a la hora de anunciar los horarios de los formatos. Y después ya se verá qué ocurre con la hora de comienzo de los programas, películas y series de la noche.

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