Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
John Amos
Asunto prioritario el triunfo sobre el Getafe y asunto resuelto con más apuros de los debidos. El testarazo de Arambarri cuando todo era dicha acarreó un cúmulo de inquietudes inesperadas. Al cabo, final feliz, el Betis ha dormido en el colchón continental y la confirmación del acierto que ha supuesto recuperar a Lo Celso. Y es que en su segunda participación ha dejado bien claro que era lo mejor que podía decidir el Betis.
Gran noche del argentino uniendo a su clarividencia el gol. Uno de penalti decidido por el VAR y un zurdazo imposible para David Soria conformaron las cartas credenciales de un futbolista que ha llegado al Betis para reordenarlo y para añorar menos a Isco. De todo eso hubo en un partido que fue desarrollándose según los parámetros que envuelven la filosofía del Getafe. Todo eso sobresalió a través del primer tiempo con parones y tarjetazos que enfangaron la cosa.
¿Regaló el Betis esa fase? No, no le neguemos al rival su protagonismo, evidenciando palmariamente a qué juega. Y con ese concepto tan rico en interrupciones, el Betis no se halló a sí mismo hasta superado el intermedio. Tras el descanso se vio a un Betis que metió al Getafe en el regazo de Soria y que bajo el toque de corneta de Lo Celso se hizo con el mando del juego. Proliferaban las ocasiones hasta que el VAR dijo alto y el penaltito de Milla cobró categoría de penalti.
Dios escribe derecho con renglones torcidos y por esa vía encontró el Betis la ruta de la victoria. El arranque fue a la hora de partido, su consumación llegaba un cuarto de hora después y Heliópolis celebraba una nueva fiesta. Pero una pelota parada, una distracción ante Rui Silva y gol de Arambarri que metió el miedo en los tuétanos del bético. Pero llegó el final como un don caído del Cielo, el Betis sumaba tres puntos y se colocaba en la tierra prometida; o sea, en Europa.
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