Pilar Cernuda

¿Elecciones?

Crónica personal

Rajoy podría excusar un adelanto electoral por la falta de apoyo a los Presupuestos

26 de septiembre 2017 - 02:35

El PNV condiciona su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) a lo que ocurra en Cataluña, y ha abierto la caja de los truenos sobre un presunto adelanto electoral.

Que si el PNV tumba el Gobierno de Mariano Rajoy y es obligado disolver las Cortes, que si el jefe del Ejecutivo tiene ya decidido hacer coincidir las generales con las autonómicas catalanas, que si Rajoy quiere adelanto electoral para coger a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias con el pie cambiado y sus partidos manga por hombro…

La rumorología se dispara y entra el escena el viejo dicho periodístico de no dejes que la realidad te estropee un buen titular. Porque lo cierto es que no hay nada que indique que Rajoy ande pensando en urnas.

Por no haber, ni siquiera hay una posición inamovible del PNV sobre los Presupuestos Generales del Estado pero, en el caso de que Íñigo Urkullu y Andoni Ortúzar hayan optado ya por no aprobarlos, ni siquiera es obligado convocar elecciones generales porque pueden prorrogarse las actuales cuentas del Estado, que fueron aprobadas hace sólo unos meses.

Es decir, que la decisión está exclusivamente en manos de Mariano Rajoy, no del PNV. Si decidiera adelantar las elecciones sería porque lo considera conveniente, y la falta de apoyo a los PGE podría servirle de excusa, pero sería una excusa sin fundamento.

Puede por tanto Rajoy convocar elecciones en unos días, o dentro de un mes, o de un año, cuando considere llegado el momento propicio. La única posibilidad de tumbarlo es que la oposición presente una moción de censura con los apoyos necesarios. Si no lo hace, si no le salen las cuentas, si no se atreve, el mango de la sartén lo tiene Mariano Rajoy.

Su gente asegura que no ha dicho una palabra sobre adelanto electoral, y seguro que no mienten porque se trata de una decisión que se debe mantener bajo secreto de confesión, en caso contrario perdería su eficacia. Por no hablar de que Rajoy es experto en mantenerse callado incluso sometido a tortura.

Lo que sí ha comentado el presidente más de una vez, como media España, es que este país se fortalecería con un PP sólido y un PSOE sólido, y es evidente que en este momento el PP ha ganado puntos al imponer el Gobierno la legalidad ante el desafío catalán; como han ganado puntos PSOE y Ciudadanos al apoyar esa autoridad -a ver lo que le dura a Pedro Sánchez- mientras que Podemos anda de capa caída por sus serios problemas internos y por el respaldo de Pablo Iglesias a quienes están contra la ley y contra la Constitución.

Se puede dar por seguro que Rajoy, como cualquier presidente de Gobierno, analiza minuto a minuto el pulso del escenario político para tratar de barrer para casa. En este caso, barrer a favor de una España estable y de un PP con mayor representación parlamentaria.

Así que nuevas elecciones generales… las habrá, algún día. Pero no dependerán del PNV.

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