Fátima Díaz

'True crime' con guión

Bicheo por la TDT

'Asesinato en primera persona' está repleto de sensacionalismo a pesar de los casos reales

27 de mayo 2017 - 02:00

El crimen aporta el 17% de la cuota de audiencia del canal DKiss. Quizás por ello han pasado por la parrilla desde su nacimiento, en las sobremesas de lunes a viernes y en las noches del fin de semana, un total de trece títulos con esta temática; entre ellos Infidelidades mortales, Amigos que matan, Conexión Asesinato, Muerte en el pantano, Crímenes en la red, Crímenes pasionales, y el recién estrenado Asesinato en primera persona, que se emite los domingos por la noche.

Con una cuidada reconstrucción de los hechos, relatados desde el punto de vista de la víctima, este formato basado en el true crime, género televisivo cuya moda no decae en los últimos años en Estados Unidos y que en España acaba de desembarcar de la mano de Lo que la verdad esconde: El caso Asunta, retrata los más escalofriantes crímenes marcados por la traición. Asesinato en primera persona muestra pues cómo los celos son capaces de cegar a familiares, amigos y amantes hasta llevarles a culminar su oscura traición con un acto mortal. De modo que los crímenes que se muestran en este programa no son el resultado de un accidente fortuito, un robo aleatorio o una venganza terrorista, sino la culminación de una traición cocinada a fuego lento entre familiares, conocidos e incluso amigos.

Repleto de sensacionalismo y a medio camino entre el documental y la ficción, las narraciones retrospectivas en primera persona ponen los pelos de punta, más aún sabiendo que se basan, a pesar de la efectista puesta en escena, en casos reales. True crime que pierde credibilidad precisamente por el guión televisado que asoma detrás.

En una de las entregas conocemos el caso de Dana Laskowski, una joven y atractiva madre de trillizos que vivía en una pequeña ciudad de Washington tras separarse de su celoso marido, Stan. Dana, en busca de una pareja que le aportara algo de estabilidad a su vida, tuvo que bregar con varios pretendientes y alguno no soportó bien el rechazo. Asesinato en primera persona también nos descubre a la inteligente y apasionada Yelena Zakin, que estaba viviendo su sueño como la orgullosa esposa de Andrew Pakhomov, físico de la Universidad de Alabama. Pero no todo era tal ideal como parecía; al poco tiempo de acceder al cargo, su marido encontró el amor en brazos de su secretario. Poco después, el cuerpo de Yelena fue encontrado flotando en el río que atraviesa el campus. Morris Blankenbaker, por su parte, era un hombre de familia feliz hasta que se metió en un ponzoñoso triángulo amoroso integrado también por su esposa y su mejor amigo.

Asesinatos tan reales como el de Asunta Basterra, aquí en España. Aunque en nuestro país, de momento, los crímenes reales se aborden con mayor rigor periodístico y respeto. Al menos, de momento.

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