La ventana
Luis Carlos Peris
Nostalgia de un tranvía muy familiar
Dos puntos arriba en la tabla espera el Alavés su cita de esta noche con el Sevilla para un pleito con buenas vibraciones para el local y urgencias indudables para el visitante. Mendizorroza es rodeo que trae malos recuerdos recientes para el Sevilla, pues fue en ese rodeo donde los blancos recibieron el primer sofocón del curso pasado. Pero agua pasada no mueve molino y a Vitoria acude el equipo sevillista a encadenar dos victorias consecutivas.
Es este Alavés-Sevilla un pleito con circunstancias tan curiosas como la de contar con un futbolista que no es de su propiedad mientras que enfrente tendrá a uno que cobra gran parte de sus emolumentos de la caja sevillista. Saúl como nuevo líder de la tropa de Pimienta frente a Joan Jordán, que será de la partida vitoriana frente a la del club que sigue pagándole. Curiosidades de este fútbol tan rico en cuestiones que abonan la cruda realidad de no saber si soy de los nuestros.
Llega el Sevilla a este compromiso de la sexta jornada con el sabor dulzón de la victoria sobre el Getafe. Sabor agradable que se multiplicó con el golazo del incombustible Jesús Navas. Y en éstas estamos cuando llega el momento de que, de una vez, el Sevilla inicie una escalada que se antoja absolutamente perentoria. Sólo el recuerdo de las pasadas tribulaciones es motivo para que el equipo se rebele ante esa pesadilla a fin de que ni por un momento se repita.
Y con el concurso de Saúl Ñíguez en calidad de ayudante de campo acude el Sevilla al encuentro de un equipo muy bien trabajado por Luis García Plaza y que sabe hacerse fuerte a favor de querencia. ¿Cuál será la respuesta de su colega Javier García Pimienta? Seguro que habrá sacado la debida enseñanza de la última comparecencia sevillista en Mendizorroza. Un 4-3 tras haberle dado la vuelta el equipo vitoriano a un gol de Lamela, conque cuidado con las repeticiones.
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