Helena Arriaza

La mejor anfitriona

Pantalla táctil

14 de agosto 2017 - 02:35

Lolita se enfrentaba a un reto muy difícil. Después de que en los últimos años Bertín Osborne, Risto Mejide, Pepa Bueno o Susanna Griso le dieran una vuelta de tuerca al género de la entrevista la cantante se atrevía a sumarse a la lista con Lolita tiene un plan. La nueva entrevistadora ha superado todas las expectativas y ha dejado atrás a sus antecesores. Da gusto ver el programa. Al fin encontramos a una persona que pregunta sin superioridad, de forma elegante, que se involucra, que deja hablar a sus invitados, que respeta y que se implica. Y todo esto de forma muy digna y humilde. Como todo lo que hace. Es una mujer que además de en la música destaca en su faceta de actriz, como jurado en Tu cara me suena o ahora en esta nueva vertiente. Algo que solo se consigue si uno no pierde de vista de dónde viene y no se cree superior a los demás. Bravo por Lolita. El lunes pasado influyeron en el buen resultado sus invitadas. Reunir en una misma mesa a la gran Lola Herrera, Cayetana Guillén Cuervo y Adriana Ugarte es un verdadero lujo. Qué elegancia, qué profesionalidad y qué saber estar desprendieron las cuatro. Charlaron con Lolita como si no hubiera cámaras y eso no siempre es fácil de conseguir. Que sean varios los que se sientan a la mesa ayuda al dinamismo del programa, al igual que el hecho de que aparezcan invitados sorpresa. Seguro que esta noche también merece la pena unirse al plan de la cantante con Sara Baras, Niña Pastori y José Mercé como invitados.

Por fin alguien es capaz de hacerle sombra a Bertín. El programa del cantante ha degenerado mucho, sobre todo desde que llegó a Telecinco. Es inevitable hacer la comparación. Osborne ya no sabe ni a quién llevar al programa. Prueba de ello fue la emisión del capítulo en el que charló con Feliciano López y que metieron en la programación con calzador. Acostumbrados a ver un formato en el que reinan el amiguismo, el machismo, el hablar sin saber y la conversación pactada, por fin se demuestra que se pueden hacer cosas mucho mejores en el mismo género y a falta de Risto, menos mal que tenemos a Lolita. La pena es que los datos de audiencia no acompañen a Lolita tiene un plan. Le ocurre lo mismo que al dating show Hotel Romántico. Los espectadores no están dispuestos a dar más oportunidades a La 1 y menos en verano. Después de tanta metedura de pata cuesta apostar por las novedades que presenta la pública. Esperemos que no le ocurra la misma injusticia que al programa de Roberto Leal, que ha terminado emitiéndose a una hora intempestiva sin merecerlo.

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