Adiós al más jartible de los veranos

04 de noviembre 2017 - 02:31

Parece que no hay vuelta atrás y un verano interminable ha tocado a su fin. Ya es otoño en el cortinglés y en todas partes, con lo que en esta carrera desbocada consistente en que hoy sea ya mañana y mañana pasado, ya mismo vamos a estar oyendo por todos los rincones la banda sonora de la Navidad. Ya mismo, los peces beberán y beberán en el río y el soniquete del villancico sin fin se meterá en nuestros oídos inmisericordemente para formar parte, incluso, de nuestras trompas de Eustaquio. El verano ha sido más extenso que intenso, más largo y seco que caluroso, por lo que los cuerpos ya pedían su finiquito para que el otoño, nuestra estación más sugerente, se enseñorease de nuestras vidas. Hoy, San Carlos Borromeo por todo el día, se masca el otoño y se le da el pase de la firma a un verano largo como una noche de insomnio, tela de jartible, un espanto.

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