La Sevilla de las colas

La peatonalización tiene sentido hoy para que podamos hacer colas de espera con toda seguridad

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Colas en varios establecimientos de la ciudad.
Colas en varios establecimientos de la ciudad. / M. G.

30 de diciembre 2025 - 04:00

Qué Campana más diáfana nos ha regalado el alcalde Oseluí en estas pascuas navideñas. Es un loft neoyorquino al sevillano modo. Algunos nos pasamos las tardes yendo y viniendo de la esquina maldita del Zara a la del Victoria Eugenia de la dilecta Victoria Baco como el que en agosto se harta de aparcar una y otra vez en la puerta de su casa. Las malas lenguas dicen que las peatonalizaciones de este tiempo están proyectadas para que sevillanos y visitantes (de bajo coste) tengamos espacio para guardar la cola de turno. ¿Se han dado cuenta de la cantidad de gente que hace espera para todo? En la misma Campana había ayer cola para cobrar las pedreas del sorteo de Navidad y comprar el décimo para el del Niño. Y muy cerca la había para coger velador en el Blanco Cerrillo, en la Flor de mi Viña y en el Sal Gorda.Dice don Emilio Boja, presidente del Ateneo, que tiene lista de espera para ser rey mago. ¿Y heraldo? Esta ciudad sufre una verdadera heralditis desde hace una década. Hay casos absolutamente ridículos que pareciera que han sido nombrados ministros de Franco, con tiros largos, fanfarria, honores civiles, fiestas a las que solo falta el baile del rigodón y una legión de beduinos.

Para beduinos, los del Baltasar de este año. ¡Eso sí que es una lista de aspirantes a puesto fijo en la cabalgata de todo un mandato! ¿Cuánto dura un beduino de Baltasar? ¿La fugacidad de la cabalgata, que decía Izquierdo, o las colocaciones y los contratos menores de 15.000 euros, que afirman las pérfidas lenguas contemporáneos? Los espacios abiertos y libres de tráfico se agradecen para que esperemos nuestras colas para el papelón de calentitos en las calles Cano y Cueto y Lineros, o en las plazas del Salvador o la Plaza de Cuba. O para comprar el café que despachan por el agujero del horripilante negocio de la calle Cuna. Oseluí debería peatonalizar parte de Gerona para que los turistas puedan hacer con toda tranquilidad la cola para entrar en El Rinconcillo. Y urge peatonalizar la calle Alfalfa y parte de Águilas para que podamos llegar a La Trastienda de Manuel Fuentes o al puesto de flores de la plaza sin echarnos a la pared cuando ruge un coche como si sonara la alarma antiaérea. Peatonalicemos con fundamento, que diría el cocinero vasco. En tiempos se cerraban las calles al tráfico para crear “espacios habitables”, dicho era en lenguaje progresista. ¿Recuerdan aquel lema de “la ciudad de las personas”? Ahora vivimos la ciudad de las colas. Necesitamos por eso muchos espacios diáfanos con farolas fernandinas (de Fernando Vázquez). La cola fomenta la paciencia, el tráfico la contaminación. Sevillano no hay camino, se hace camino al esperar. Hagan cola, algo se reparte.

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