Distinción con efecto retardado

16 de noviembre 2017 - 04:21

Observando la postura de la izquierda radical cordobesa en torno a considerar a Manolete hijo predilecto de la ciudad, lo sorprendente es que Manuel Rodríguez no fuese considerado así en vida. Que hasta setenta años después de su muerte en Linares no se hayan planteado en Córdoba darle esa distinción a uno de sus hijos más importantes resulta incomprensible. Con Julio Romero de Torres, que Manolete es el artista cordobés de más repercusión del Siglo XX parece claro y lo extraño no es que esa izquierda que abomina de cuanto huele a España se oponga a que sea reconocido en su ciudad, esa ciudad que él llevó con orgullo por todo el planeta taurino. Lo raro es que Córdoba haya tardado tanto en reconocer oficialmente la importancia que un cordobés tuvo. Setenta años de su muerte en el ruedo son demasiados años, un delito de lesa ignorancia.

stats