Hartazgo en blanco y azulgrana

AUNQUE resulte paradójico, Barcelona, Real Madrid y Villarreal le han hecho un flaco favor al fútbol español. Las goleadas a las que sometieron a sus rivales europeos en la ida de los cuartos de final de Liga de Campeones y Europa League (¡hay que ver la de cosas que dijeron de Tottenham, Shakhtar y Twente los gurús mediáticos del fútbol europeo!) han dejado los encuentros de vuelta a título de inventario y han dado vía libre a que se inicie sin remedio el mes de los Clásicos.

Y es que desde hoy y hasta el próximo 4 de mayo no se va hablar de otra cosa en este país. Tanto que será un hartazgo para todo aquel que no sienta en blanco o en azulgrana. E incluso para ellos. Por delante queda un partido de Liga, uno de Copa del Rey, dos de Liga de Campeones y miles de sesudos análisis antes, durante y después de los mismos. El comienzo vendrá marcado por el hecho de si alguno de los equipos tirará el partido de Liga dada la diferencia de puntos entre ambos y las escasas jornadas que restan. La discusión será continua hasta el comienzo del partido. Noventa minutos después y tres días antes del choque copero se analizará hasta la extenuación si el resultado favorece a uno de los dos, a los dos o a ninguno de cara a la gran final. Según como sople el viento se aferrará cada uno a lo suyo, se llamará a la prudencia desde el lado de la victoria y al de la épica desde el costado de la derrota. Así hasta que se llegue a la ida de las semifinales de la Liga de Campeones y después a la vuelta y, afortunadamente, al final de todo esto con un ganador y un perdedor o un reparto de puntos más o menos amistoso.

Después y pase lo que pase, gane quien gane y pierda quien pierda, no se asusten, el mundo no se acabará. España seguirá en crisis y hasta en campaña electoral y habrá que seguir trabajando un día tras otro. Algunos, incluso, descubrirán que existen otros equipos españoles en la Liga de fútbol y, asómbrense, hasta otros deportes.